
Me han invitado a asistir al homenaje que le dan a Prim Bertran i Roigé diversas entidades ilerdenses a este emérito historiador medievalista, al cumplirse el quinto aniversario de su fallecimiento. Prim no sólo fue uno de mis mejores compañeros de la promoción Anhel de la Escuela de Magisterio de Lleida (por entonces, 1966-1968, de Lérida), por encima de todo era una buenísima persona. Estudiosos del tiempo y el espacio, seguimos viéndonos -ya de tarde en tarde- años después en la Universidad de Barcelona, él asentado en su Departamento de Historia Medieval y yo en el de Geografía. Nuestros encuentros estaban llenos de amabilidad y de confraternización. Poco podía pensar yo entonces, siendo un veinteañero voluntarioso, que iba a coincidir con él a la hora de realizar mi tesis doctoral, y, al cabo de los años, sin alcanzar la treintena todavía, pude leer ya alguna cosa suya al elaborar mi "Historia de la Beneficencia y de las Formas de Previsión Social Voluntaria en Lérida", que me dio la máxima nota en Política Social de la Universidad Complutense de Madrid en junio de 1981.

Por estos motivos siento no poder estar junto al espíritu de Prim en esas fechas. Pero su recuerdo no ha desaparecido aún. Y esta es la causa de que le haya escrito, con toda mi alma, el mejor de los sonetos que de mi mente surge:
IN MEMORIAM
A Prim Bertran i Roigé
“Hace un par de décadas una vecina mía "tenía" una pobre. Cuando la mujer tocaba el timbre mi vecina preguntaba, "¿Quién es?" y ella contestaba, "la pobre". Una vez que se había identificado mi vecina abría la puerta y le daba su limosna preceptiva. Así eran las cosas en un tiempo en que se repartieron más esperanzas y oportunidades y la pobreza se fue achicando. Hoy es distinto y ser pobre está al alcance de cualquiera.”
SONETO A LA PURA HISTORIA
Por Juan Andrés Buedo García
Enfrascados con el tiempo, indican que es historia.
Estruendo de multitud. El dispositivo
de la heredad superior. Un aperitivo
potencial. Incuestionable. Sin dedicatoria.
Otros sentencian que el tiempo es la sucesoria
complejidad de lo imperecedero. Un mecanismo
para curtido del hombre. Un psicologismo
trascendental. Las señales de la trayectoria.
No faltan quienes lo presumen el alimento
de un salvador con interminable portento
que concibió el hombre y las cosas consciente.
Al final queda todo en cábalas tortuosas.
Claro que por lo menos se entienden ceremoniosas.
El temor, como el tiempo, es un incidente.
https://twitter.com/primbertran/status/548187496404627456. “La recuperación de la caridad”
https://twitter.com/primbertran?lang=es
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