Estimados amigos:
No paséis de la política, porque los ciudadanos que pasan de la política, hacen que sigan en el poder los políticos que pasan de los ciudadanos.
Hoy os pido unos minutos, tan solo unos minutos...
TOMAD LA PALABRA para poner a Cuenca en el siglo XXI
¿Acaso vamos a dejar que todo siga igual? ¿Podemos permitir que el desgobierno de España, de la Comunidad Autónoma, de esta Provincia y de su Capital siga lo mismo que hace treinta años? ¿NO?
Entonces… ¿Dónde está la solución? Pues el remedio es escueto y palmario: No votar al PPSOE.
Los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, en pocos años han logrado acaparar las principales instituciones del Estado, controlando a su antojo poderes reales y fácticos en una búsqueda indudable de perpetuarse en el poder.
Han creado un espeso bipartidismo que intentan ocultar bajo falaces desacuerdos que provocan en sus debates parlamentarios y otros foros, pero permanecen absolutamente de acuerdo en cuestiones de fondo de enorme transcendencia y que les permiten, desde dichos acuerdos, no ceder ni un ápice en el supercontrol al que nos someten.
El desconcierto político que vive la provincia de Cuenca en los últimos años, en medio del Estado español, sufre los avatares de éste. Al ser una pieza de un Estado que ya no puede actuar solo, sino de forma coordinada con otros Estados y con los grandes bloques espaciales, la cultura política de los conquenses y sus políticos, ha de ser ampliada cuanto antes.
En nuestros días sólo se puede construir “en” democracia y “con” democracia. Más aún, un numeroso cuerpo de estudiosos de la política nos han convencido de que el avance objetivo político central que resulta factible plantear desde ópticas progresistas va de la mano del desarrollo y la mejora de la democracia.
Consecuentemente, la solución al PPSOE se llama UPyD, a ver si lo aprende todo el mundo (U… P… y D…).
UPyD ha despertado muchas simpatías, demostrando que estamos en el buen camino. Como también ha despertado mucho miedo en el resto de partidos políticos, que optan por ignorarnos y poner trabas a que los medios de comunicación muestren nuestras propuestas, ya que ofrecemos a los ciudadanos algo muy distinto a lo que otros partidos nos tienen acostumbrados. Esencialmente ofrecemos la participación política a todos los ciudadanos.
Una participación desprofesionalizada: con limitación de mandatos, incompatibilidad de sueldos y cargos públicos, y el cese de privilegios para los políticos, que deben regresar a la vida privada sin beneficio alguno al término de su mandato. Pretendemos, pues, que termine el control social, económico y administrativo que se han convertido en una auténtica, reaccionaria y despótica aristocracia: “La Clase Política”. Los integrantes de ésta son quienes han transformado nuestra Democracia en una “Partitocracia” retrograda y poco ajustada a las demandas de los ciudadanos en el siglo XXI.
Cuando un ciudadano presta su confianza a UPyD para entrar en las instituciones, conseguimos que éstas actúen con los criterios de la ética pública de la democracia: respetar las leyes y hacerlas cumplir a todos, servir al interés general y no al particular ni partidario, rechazar cualquier corrupción y combatirla.
Mientras tanto, los líderes del PSOE e igualmente los del PP se han rodeado de una corte de personas que se caracteriza más por su docilidad y sumisión que por su capacidad e iniciativa para sacar adelante los proyectos que pueden beneficiar a los ciudadanos, y han tejido bajo sus escaños toda una red de fieles súbditos que viven a costa del erario público.
Esa gente el servicio público lo cambian por el servicio al Partido, olvidando la voz de la calle y la opinión de los que les votaron: Cuántas veces oímos a los ciudadanos clamar contra el exceso de remuneraciones que gozan los representantes públicos y ventajas en su jubilación casi sin esfuerzo; de la necesidad de privatizar las Cajas de Ahorros y que dejen de ser cortijos en manos del PP o del PSOE; de la obligatoriedad de que el poder ejecutivo no manipule a los jueces; de la injusticia que supone una Ley Electoral que permite a los Partidos Nacionalistas marcar las decisiones más transcendentales de la política española mediante pactos con el gobierno de turno; de la urgente necesidad de un cambio drástico en la política educativa, etc. …
Por eso mismo, UPyD ha venido a convertirse en la alternativa necesaria a ese bipartidismo y Cuenca necesita la renovación democrática preconizada por Unión, Progreso y Democracia.
Los datos de la realidad social son tercos: la participación política, el compromiso cívico, el asociacionismo ciudadano ha venido debilitándose paulatinamente en nuestro país, produciendo un alejamiento cada vez mayor entre la ciudadanía y la gestión de los asuntos públicos. Cuenca no se aleja de esta situación, sino que en esta provincia se ve agravada. Es lógico que ocurra este acrecentamiento, pues los sectores más conservadores en lo político y en lo económico han encontrado en ese distanciamiento un excelente caldo de cultivo para la puesta en práctica de viejas-nuevas políticas de adormecimiento de la conciencia social y de exaltación de valores individualistas y de corte defensivo mediante la identificación de los grupos sociales con aspiraciones de “exclusión provincialista”, étnicas y culturales; aferradas al caciquismo tradicional, muy fuerte aún a pesar del paso de los años.
En cambio, UPyD hace suyas las nuevas facetas del pensamiento emergente, que se traducen en la cultura política y en el progreso económico. El ánimo cultural va ligado a la formación, información y compromiso social de los ciudadanos, concretado casi siempre en la voluntad de conocer, opinar y participar en las decisiones públicas desde posiciones críticas.
El progreso asume el creciente interés por la eficiencia y la eficacia no medida solamente en términos monetarios. Aspectos tales como la nueva gestión pública, la sostenibilidad ambiental, la conciliación entre la vida laboral y familiar o el compromiso social de las iniciativas empresariales más dinámicas son ejemplo de esas nuevas facetas del pensamiento emergente. Y a todas ellas dedica UPyD un espacio puntual en su programa y actos.
La transparencia y la participación son los dos grandes vehículos sobre los que amparar una mejor propagación de recetas públicas y privadas que el progreso conquense necesita para empezar a andar y asentarse lo más rápidamente posible. Y, frente a lo acordado por los dos partidos mayoritarios y dominantes (PP y PSOE) durante los últimos treinta años, cuya práctica de la transparencia en el ámbito de los gobiernos locales ha venido sufriendo grandes quiebras, UPyD queda dispuesto para evitar esas fracturas.
UPyD es el VOTO MÁS ÚTIL para Cuenca, y TÚ DECIDES. Por esto, al remitir a todos los electores a nuestra oferta desarrollada en numerosos lugares de Internet, lo hago para poder afirmar sin ninguna duda que somos el partido que va a dar la sorpresa en estas elecciones, en España en general y en Cuenca en particular.
Nosotros, como se puede ver en el Extracto del Programa Electoral `Elecciones Generales 20N 2011´, que ahora entrego al elector a través de la Red, uniéndolo íntegramente en el archivo adjunto a unas -Cartas abiertas al elector- .
Os remito la primera de las tres que esta semana os mandaré, cartas que son el ejemplo más directo que asumo como representante político en nuestro Congreso-, tenemos todas las recetas y medicamentos políticos para poner en marcha las transformaciones convenientes para el progreso conquense durante los próximos años.
¡Sí, somos la oferta política mejor para poner a Cuenca en el Siglo XXI!
Que no te engañen. Cada VOTO vale
Antonio Ortiz López
Candidato por Cuenca de UPyD al Congreso de Diputados el 20-N
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