La política local es un ámbito apasionante y complejo que requiere dedicación y esfuerzo por parte de alcaldes, concejales y otros representantes municipales. A lo largo de más de cuarenta de democracia local en España, ha surgido la necesidad de replantear la política municipal para fortalecer la legitimidad de los gobiernos locales y aumentar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones. Con esta finalidad la Fundación Democracia y Gobierno Local elaboró una “Guía para la mejora de la calidad institucional y la eficiencia de los Gobiernos locales” dirigida a alcaldes y concejales. Esta guía proporciona un marco de actuación y herramientas para una gestión política exitosa en pueblos y ciudades. Además, la localización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible convierte a los poderes subestatales en actores clave para lograr un mundo mejor para 2030, al resolver las necesidades concretas de la ciudadanía desde una posición cercana. En consecuencia, la política local desafía y compromete a quienes la ejercen, y su mejora es fundamental para el bienestar de las comunidades.
La Agenda 2030 se aprobó por unanimidad de los 193 Estados miembros de Naciones Unidas reunidos en la Asamblea General en septiembre de 2015. Este documento estratégico tiene como objetivo identificar, comprender y cuantificar los grandes retos a los que nos enfrentamos como humanidad. A partir de ello, tanto los actores públicos como privados podemos trazar estrategias para construir un mundo más justo e inclusivo a medio y largo plazo. Al mismo tiempo, debemos ser capaces de llevar a cabo acciones que impacten también a corto plazo y tejan alianzas y sinergias en pro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Hoy más que nunca, es preciso abogar por la necesidad de incorporar una nueva clave en las relaciones internacionales. Superando unas relaciones internacionales dominadas por los Estados, debemos incorporar inmediata y masivamente a los gobiernos subestatales. Estos son agentes públicos claves para el diseño y ejecución de estrategias y políticas en favor de un nuevo modelo político y económico para un crecimiento global sostenible. Uno de los elementos fundamentales que nos permiten llegar a esta afirmación es el hecho de que desde su aprobación, la Agenda 2030 nos ha brindado un marco que funciona y permite evaluar, medir y reportar bajo unos mismos criterios, con un lenguaje común y desde todos los niveles de la administración pública.
Nueve años más tarde, estas mediciones nos muestran una capacidad única de las comunidades políticas locales para transformar la formulación y ejecución de políticas en clave de desarrollo sostenible, en cuestiones tales como la participación ciudadana, la política fiscal, la igualdad, el urbanismo o la gestión integral del medio ambiente.
Este proceso, que se denomina internacionalmente “localización”, permite alinear los planes y acciones a nivel local con la Agenda 2030. Por otro lado, tiene una enorme capacidad para transformar la visión desde la que cada uno de estos territorios se interpreta a sí mismo como un actor de transformación comunitaria y global. Localización que se observa corta de vista y demasiado concisa en Cuenca, a tenor de las declaraciones de su alcalde, el muy mentado -casi siempre mal- Darío Dolz.
El primer edil ha destacado en el Debate sobre el Estado del Municipio 2024 que están enfocando sus esfuerzos en transformar la ciudad. Esto se logra, según acentúa, principalmente mediante obras en infraestructuras y barrios, mantenimiento urbano y la llegada de nuevas empresas, lo que a su vez crea puestos de trabajo. Dolz mencionó varias iniciativas y proyectos en marcha, como el nuevo Hospital Universitario, remontes mecánicos, Centro de Mayores de Las Quinientas, Casa de la Igualdad, Comisaría Provincial de Policía Nacional, Observatorio Meteorológico de la Aemet y el Parque Científico y Tecnológico de Economía Circular. Además, resaltó las obras municipales, como la reurbanización de La Paz, la glorieta de El Sargal, y mejoras en campos de fútbol y calles. Todo esto se lleva a cabo mientras se mantienen esfuerzos para tener un Ayuntamiento saneado y reducir la deuda.
Así, podemos llegar a entender la frustración manifiesta con la calidad de la política local en esta ciudad. Este es un tema que preocupa a muchas personas y puede tener un impacto significativo en la vida diaria de una comunidad. La percepción de que los políticos locales no están a la altura puede deberse a varios factores, como la falta de transparencia, la corrupción, o simplemente la ineficacia en la gestión pública12.
En la avenida opuesta se emplaza el gran taller para mejorar la calidad de la política local, y algunas medidas que se podrían considerar incluyen:
1. Transparencia: Asegurar que las acciones y decisiones de los políticos sean visibles y comprensibles para todos los ciudadanos1.
2. Rendición de cuentas: Los políticos deben explicar y justificar sus decisiones y el uso de los recursos públicos.
3. Participación ciudadana: Fomentar la participación activa de los ciudadanos en la toma de decisiones locales.
4. Ética y formación: Implementar códigos éticos y programas de formación para los políticos locales.
La localización resulta esencial y supone una gran ventaja competitiva.
En primer lugar, la localización permite incorporar como agentes del desarrollo sostenible a líderes locales cercanos a la ciudadanía. Particularmente fuera de las grandes urbes, hablamos de personas conocidas por los vecinos, con referencias personales, familiares y políticas compartidas. Son individuos que conocen y participan de los mismos problemas y desafíos, y de las respuestas que se dan ante estos. En lugar, entonces, de nombrar "todopoderoso" subcausa al ginecólogo Gómez Cavero, el equipo de gobierno tendría que haber pedido "asesoramiento integral" a colaboradores como los integrados en la defensa del tren convencional, anacrónicamente olvidado en los sótanos del Ayuntamiento.
En segundo lugar, esta cercanía a la ciudadanía permite impactos rápidos y directos sobre las necesidades concretas. Esto es algo que a menudo los compromisos y acciones a nivel nacional, más estratégicos que tácticos, no pueden conseguir. Estos efectos revierten en una mayor implicación ciudadana con el modelo de desarrollo sostenible, pasando de las palabras a los hechos. Y así ha impulsado la creación del Foro Económico y Social Cuenca 2027, generado ex profeso para crear una plataforma insoslayable con el fin de llevar acabo una buena política local a través de la Fundación Perspectivas 2027, que Gómez Cavero ha pretendido devolver a las catacumbas de su comodidad iletrada en Ciencia Política y de la Administración.
En conclusión, Cuenca necesita realizar con urgencia un Un Estudio preciso de LOCALIZACIÓN, orientado básicamente a medir con mayor concreción los indicadores y trasladarlos a procesos participativos de rendición de cuentas. A mayor cercanía e impacto de las políticas, mayor necesidad de rendir cuentas, pero también mayor identificación, legitimidad y afinidad hacia las mismas.
El estudio de la localización nos permite afirmar que a las mencionadas ventajas se le suma el valor que tiene al poder internacionalizar modelos de crecimiento sostenible e inclusivo que superen las tensiones geopolíticas actuales.
La cooperación entre territorios a nivel subestatal ya sirve para tejer alianzas entre iguales, creando redes que superan las limitaciones propias de las tensiones interestatales o los crecientes populismos excluyentes, y nos dan capacidad para alcanzar objetivos comunes y fundamentales, como describen perfectamente los profesores Iñigo Arbiol y Ander Caballero. Y fue debatido en el análisis que la Revista Centra recogió sobre La calidad de las instituciones del sector público: una revisión crítica de los estudios sobre el «buen gobierno» y la «debilidad institucional» (ver aquí).