Cuando el calendario comienza a acercarse a unas elecciones, los fines de semana se convierten en tierra abonada para que germinen actos políticos; basta con ver a Sánchez, Page y su corte monacal de seguidores. La agenda empieza a apretar y este último sábado ha sido el último 'hábil' antes de las vacaciones navideñas y de que la llegada del 2023 active la cuenta atrás para la cita con las urnas. Y mientras muchos ciudadanos estén ultimando su lista de regalos, a los disidentes activos contra el cierre del tren convencional Madrid-Cuenca-Valencia nos queda por cumplir con el plante 20 combatiente de esta indecente medida. Así lo haremos el próximo martes, día 20 de diciembre de 2022, a las 6 de la tarde en la Estación de Ferrocarril de la ciudad de Cuenca.
Los responsables del cierre (repetimos: Page, Mtz Guijarro, Chana y Dolz), incurriendo en un teórico "buenismo" -cada vez más falso conforme se indaga su "proceso", argumentos, resultados, causas y amparadores- demuestran una inepcia pública que les hace merecedores de ser retirados de la gobernanza. Ni saben ni entienden. Envueltos en la sábana de la socialdemocracia desconocen que ésta, por sí misma, a menudo genera un clima social donde es imperativo que los demás tengan la idea de que eres una persona buena e implicada con la humanidad, y en donde el individuo así lo aparenta. Pero no porque lo sea realmente, sino porque eso es lo que se espera de él, eso es lo que el dictado del sistema le demanda para ser aceptado y aplaudido. De forma que no actúa por la solidez moral que fundamenta su carácter o conciencia, sino que lo hace para proteger la imagen de ciudadano bienintencionado y progresista que defiende lo que se supone que debe defender.
El autor Capitán Bitcoin en su ensayo Disidencia Activa: Manual contra la Dictadura Progre nos remite a la RAE a la hora de definir el buenismo. Esa institución dice de él que es la actitud de rebajar sistemáticamente la gravedad de los conflictos, cediendo con excesiva tolerancia o benevolencia ante ellos. El buenista rechaza sistemáticamente la parte más cruda de la realidad, la maquilla, le resta importancia a la parte más incómoda y prepondera la parte humanitarista, emocional o políticamente correcta de las cosas. El buenista busca así la aceptación grupal, la protección de su auto imagen como persona buena, normal y tolerante, y la participación en la cultura progre en la que se desarrolla su sociedad. Esto lo han intentado colar los albañiles políticos tapiadores de un medio de transporte tan esencial para el desarrollo sostenible como el tren convencional. Con un credo que, en realidad, es dogmático y restrictivo; colectiviza, por lo que sustrae la libertad del individuo, y, además, no fomenta la introspección ni la libertad de ideas, atacando toda discrepancia que ose cuestionar o dudar de la verdad oficial.
Sin embargo, con los miembros participantes en los PLANTES no han podido. No lo han hecho porque el vigor intelectual de sus componentes ha ido cobrando fuerza en las redes sociales y, a fecha de hoy, sus argumentos y premisas, sus tesis y conclusiones se han fortalecido hasta tal punto que los medios de comunicación afines a la chance política oficial se han visto acallados y en demora.
La línea ahora está en "coma inducido", como afirmó el 26 de octubre ppdo. CC OO, al recordar que el cierre parcial de la línea ferroviaria convencional Madrid-Valencia ejecutado el 19 de julio de 2022 no es definitivo puesto que, más de tres meses después -hoy ya alcanza el medio año-, el Consejo de ministros sigue sin declarar su clausura, “requisito imprescindible para que cese la prestación del servicio ferroviario. En consecuencia, CCOO instó su reanudación inmediata. El tren de Cuenca sigue vivo, pues, y tiene mucho que aportar en un próximo futuro”.
Así lo indicó en esos instantes la secretaria general de CCOO-Cuenca, María José Mesas, en rueda de prensa ofrecida junto a la responsable regional de CCOO-FSC, Lola Cachero, y el responsable Institucional del Sector Ferroviario de CCOO, Rafael García, antes de reunirse con representantes de la Agrupación de Pueblos por el Tren y de la Plataforma de Defensa del Ferrocarril Público y Social para informarles de las últimas y próximas actuaciones a desarrollar por el sindicato para recuperar el servicio ferroviario Aranjuez-Utiel y para presentarles el modelo de transporte intermodal diseñado por el sindicato para relanzar la línea.
En el interregno, ya nadie ha podido olvidar los esfuerzos realizados y los que se hallan en trámite, paralizados "orgánicamente" por los adjuntos al poder competente en la resolución última admisible. Así lo viene divulgando la Unión Europea de Pensionistas (UEP), cuyo delegado de Cuenca ha estado presente en todos los plantes. Este partido, unido a una pretendida Agrupación Electoral de alternancia (abierta a todos cuantos buscan la unión contra el bipartidismo retardatario, paralizador y atorado), llevará en su programa electoral la cápsula tonificante de las medicinas vitaminadas para la apertura de la línea del tren regional Madrid-Cuenca-Valencia. Y lo hará sumándose al proyecto de recuperación elaborado por CC OO; o sea, y en concreto, el preparado por su sector Ferroviario y la secretaria confederal de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental, que fue remitido en su día y trasladó para el análisis con la secretaría de Estado.
El proyecto diseña un sistema intermodal de transporte. Examina las demandas actuales y potenciales de cada una de las estaciones por las que pasa el tren Madrid-Cuenca-Valencia y plantea las propuestas de intermodalidad precisas para ofrecer un servicio más barato y más rápido. Cualidad esencial, tanto para facilitar la movilidad laboral hasta los polígonos de actividad económica (Plataforma logística de Ontígola; Polígonos industriales Los Majanos y La Carbonera -Noblejas-; Polígono Sur de Tarancón; Polígono El Llano de Villarrubia de Santiago, etc; así como a los desarrollos de suelo industrial eje N-400 entre Ocaña y Noblejas), como para atender y ampliar la demanda de viajes por turismo.
A partir del 1 de enero de 2023 entraremos en lo que en Ciencia Política se denomina Ley de la Realidad Dominante tejida en la fábrica de Daniel Goleman, el psicólogo, periodista y escritor estadounidense autor de la obra Inteligencia emocional (1995): “El liderazgo no es sinónimo de dominación, sino el arte de convencer a la gente de que colabore para alcanzar un objetivo común".
La ley de la realidad dominante es sencilla. Dice lo siguiente: “cuando dos o más personas se comunican, aquella con las creencias más firmes y con una mayor capacidad comunicativa tenderá a arrastrar a las otras personas hacia su propia realidad”. Esto se aplica a los políticos, por supuesto, pero también a cualquiera de nosotros, que en un momento dado podemos liderar una conversación o aclarar las ideas que subyacen en un tema cualquiera. Si en nuestro círculo de amistades o familiar tenemos las ideas más consolidadas y sabemos persuadir mejor al resto, los demás tenderán a comprender e incluso adoptar nuestro punto de vista. Una forma que tenemos de contrarrestar el poder que ejerce un marco mental común es introducir elementos externos desestabilizadores que destruyan las evocaciones que este pretende inducir. Esta es una forma de iniciar el proceso de deslegitimación que rompa con el discurso dominante. Nosotros, los "plantados", hemos trastocado el marco mental de la oficialía del cierre del mentado ferrocarril y hemos dado sentido a otro discurso, que instaura nuevos marcos mentales y el pensamiento único de la reanudación del tren reiterado, un contraprograma al del PSOE, que vamos a pasar a ofertar con vistas a 2023.
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