Contumaz y verbenero, el vicepresidente de la JCCM J. L. Martínez Guijarro, aquel que dijo el pasado 24 de enero -defendiendo su plan xCuenca- que el tren era "melancolía frente a futuro; paños calientes frente a decisiones valientes" (¡¡!!) volvió el otro día a demostrar (ver aquí) su miopía política, parcialidad económica y favoritista, junto a su desconocimiento total del trabajo político responsable. No pasa de ser un basto político manguera, al salirnos con que El Plan XCuenca multiplica por ocho el número de usuarios de los servicios ferroviarios y que los autobuses alternativos al tren ya mejoran los datos de viajeros del anterior servicio.
¿Sabe acaso ese señor todo el daño que ha causado, viene ocasionando y acarreará el cierre del tren convencional? No cabe la menor duda, puesto que a él y a su gabinete de información le llegan las publicaciones y los comentarios que, tanto en los medios de comunicación digitales como en las redes sociales e incluso en revistas nacionales e internacionales, se vienen emitiendo desde hace meses y que contradicen las afirmaciones del aludido, al igual que critican su paroxismo, inercia y desubicación. En todos esos artículos, trabajos y colaboraciones se le explica a él y a los suyos una vez, dos, tres,..., veces que están equivocados y dan tropiezos impermisibles. No saben ya ni caerse. Si lo supieran o lo entendiesen sabrían que para estos casos es vital saber cuidarse, saber "dar en tierra" y no lastimarse. Hacerlo evita lesiones, mejora el sistema de alerta y la flexibilidad, y permite asumir caídas inesperadas. Lo siguiente es aprender a levantarse. Si se toma la caída como una experiencia de la cual se aprende, los problemas se convierten en oportunidades. Algún comentario publicado en el grupo de Facebook "El Tren Regional Madrid-Cuenca-Valencia" ha sido muy explícito, asegurando que "si aún no lo entienden, una de dos: o son unos ineptos, o tienen oscuros intereses para con la linea Madrid-Cuenca-Valencia y sus terrenos. Fácil que sean las dos cosas". Una disyuntiva que obliga a todos los implicados a ser más explícitos y eliminar las sombras que se ciernen en el conjunto de la sociedad.
Una vez resuelvan esta última disyuntiva, los participantes en esa desastrosa medida, comenzando por el presidente autonómico y continuando con Mtz. Guijarro, Chana, Dolz, Sahuquillo y demás arrestos..., deberían -por lo menos si tienen algo de dignidad y de humildad responsable de servicio público- repasar las directrices de la política de la Unión Europea sobre el transporte ferroviario. Se enterarían así que desde marzo de 2014 la Comisión está adoptando especificaciones técnicas de interoperabilidad (ETI) armonizadas a fin de suprimir los obstáculos administrativos y técnicos para la entrada en el mercado ferroviario de la UE.
Más todavía, en el Libro Blanco editado por la UE en 2011 se fija la “hoja de ruta hacia un único espacio europeo de transporte con política sostenible y competitiva”, en el cual se marca el objetivo de reducir las emisiones en un 60%. Y en él se indica una cuestión clave:
- Responder mejor al deseo de los ciudadanos de viajar y a la necesidad de la economía de transportar mercancías, y al mismo tiempo, prever las limitaciones de recursos y reducir el impacto medioambiental.
Evidentemente la política de Page y adjuntos no se atiene a esta premisa, antes al contrario, como venimos observando en las publicaciones críticas contra el desafuero del cierre del tren convencional en esta zona.
Frente a la misma, venimos haciendo los plantes testimoniales semanales (el próximo martes llegará al número 16, a las 18:00 horas, en la Estación de FFCC de Cuenca). Lo hacemos quienes nos sumamos a ellos -a ver si se va incrementando la participación presencial, aunque sabemos de las adhesiones y apoyos de miles de ciudadanos en redes sociales y partidos opuestos a la política oficial del PSOE- porque queremos una política ferroviaria constructiva y europeísta para Castilla-La Mancha. Política basada en cuatro retos:
- Reducir la dependencia del petróleo.
- Reducir las emisiones de efecto invernadero.
- Optimizar el uso de las nuevas tecnologías.
- Hacer un uso inteligente de las infraestructuras.
La UE persigue garantizar un cambio estructural que permita al ferrocarril competir eficazmente y absorber una proporción significativamente mayor de transporte de carga de media y larga distancia. Luego la política a corregir por la Junta de Comunidades necesita de una vuelta atrás de apertura de la línea Madrid-Cuenca-Valencia, después de renovarla y modernizarla, a través de un demarcado de pautas competitivas de movilidad, que seaN innovadoras para fomentar un comportamiento más ecológico, y por ello la UE viene proveyendo de fondos económicos para promocionar activamente una mejor planificación de la movilidad. Luego, señores socialistas, trabajen más y mejor en esta dirección, que es la única posible a la hora de centrar las acciones dispuestas en el incremento de la competitividad del transporte y, al mismo tiempo, cumplir el objetivo de la reducción del 60 % de las emisiones debidas al transporte antes del 2050.
Para esa política ferroviaria constructiva no se tiene que inventar nada, basta con adoptar en nuestra región los trabajos que ha hecho Pau Noy Serrano (ver aquí) sobre el Vallès catalán, adaptándolos a las circunstancias castellano-manchegas. Este técnico corta y entierra las palabras de Guijarro, al destacar frente a este último que "el bus debe jugar un papel complementario al tren y no concurrente. Su rol debe ser el de alimentador de los nodos ferroviarios, el de asegurar la capilaridad y del prestar servicio allá donde no exista ferrocarril. Recordemos que un viajero en tren nos cuesta a la comunidad la mitad que uno en bus y su gasto energético resulta ser la tercera parte y sus emisiones, cero."
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