Entre los muchos cambios -políticos, sociales, económicos, institucionales, culturales,...- que Cuenca precisa en estos instantes, destaca uno principalmente: el de la falta de emprendimiento, que la está ahogando y a la que muy pocos saben poner remedio.
Durante mi último año en la Universidad, allá por 2015, di en un curso de verano en Toledo una clase sobre esta materia, en la que expliqué las diferencias entre el emprendedor y el empresario, y expliqué a los alumnos las características del denominado "plan de viabilidad".
Hay que tener muy claro que para emprender un negocio es necesario cumplir una serie de características que poseen los emprendedores, entre las que destacan las 12 sintetizadas por emprendepyme.net, las cuales los convierten en personas idóneas para ello: 1. Pasión. 2. Visión. 3. Capacidad de aprendizaje. 4. Buscar lograr resultados. 5. Determinación y coraje. 6. Creatividad e innovación. 7. Persistencia. 8. Sentido de oportunidad. 9. Trabajo en equipo. 10. Autoestima. 11. Asertividad. 12. Organización.
Muchas veces utilizamos las palabras empresario y emprendedor como sinómino. Sin emarbargo, cada una de estas palabras posee connotaciones diferentes. Tal como lo expone Santiago Antognolli, y, de esta manera, se puede diferenciar a un emprendedor de un empresario.
Los conquenses han de entender, como punto de arranque, que la innovación en las empresas es un camino lleno de trampas, falsos mitos y medias verdades. Y lo primero que ha de tenerse en cuenta es que la innovación no es para todo el mundo ni para todas las empresas. El segundo punto a resaltar es que la innovación supone ir mas allá de los productos.
Por regla general tiende a asociarse la innovación con nuevas invenciones aplicaciones y productos. Y se suele chacar la falta de esta a la la ausencia de creatividad en las organizaciones y excesiva rigidez de las mismas.
Por eso ha de observarse la innovación como un catalizador del cambio en las organizaciones para servir mejor a sus propios clientes. Y, por lo tanto, entender que esta es un pilar importante para garantizar el éxito de la respectiva aventura empresarial.
Las cabezas bien pensantes de la ciudad del Júcar y del Huécar están prácticamente de acuerdo en que en esta capital existe un déficit enorme en "Startups". Y, ¿qué es esto? Pues algo tan sencillo como "empresas emergentes", que desarrollan ideas innovadoras, relacionadas con el mudo digital y tecnológico.
Más exactamente, una startup implica una serie de características más específicas y todas las empresas de nueva creación no se ajustan a esos criterios. Es habitual que exista esta confusión a la hora de definir qué es una compañía startup.
Las startup se relacionan directamente con el ámbito de la tecnología. Son empresas emergentes que desarrollan ideas innovadoras, relacionadas con el mundo digital y tecnológico. Son pymes en sus inicios y están compuestas generalmente por 3 o 4 socios que desarrollan su idea de negocio bajo una mínima inversión de capital, ya que ponen en valor en un primer estadio su capacitación tecnológica. Y es que la tecnología está cada vez más presente en las empresas, sobre todo en las de nueva creación.
A pesar del riesgo que conlleva invertir en una startup, son habituales los inversores que ven las posibilidades de crecimiento que brindan estos nuevos negocios y apuestan por ellos. Si bien muchas startup no consiguen mantenerse tras los primeros meses de vida, las que sí lo hacen consiguen altísimos porcentajes de retorno y unos niveles de crecimiento proporcionales.
España no ha permanecido ajena a este fenómeno de la creación de nuevas empresas basadas en la tecnología. Podemos encontrar entre las startup ejemplos como Privalia, Infojobs, Edreams, SocialBro, Groupalia o Jobandtalent. En Cuenca, mientras tanto, llevamos unos años de retraso, que el Plan de City Marketing de Cuenca espera dejar atrás. Y en esta dirección estamos trabajando en estos instantes.
Nuestro análisis cualitativo de la realidad social conquense está poniendo en evidencia que Cuenca, lo mismo que el conjunto de su provincia necesita un cambio urgente para implantar un estricto desarrollo de la cultura organizacional en las empresas. Es la única manera de competir a nivel global, no ya solamente para permitirles crecer, sobrevivir y mantenerse y llegar a la excelencia, sino además de alcanzar niveles altos de productividad y el éxito.
El desarrollo organizacional es un esfuerzo que debe ser asumido por la gerencia de las empresas, involucrando todos los recursos humanos de la organización lo que le permitirá lograr los objetivos y metas.
Y la organización debe ser un sistema que haga posible la interacción de todos los elementos que la forma, que debe estar basada en principios corporativos que la identifican y la definen en los cuales podemos encontrar: su misión, visión y valores.
Según Mendoza Fung las organizaciones exitosas son aquellas que su adaptación y capacidad para asumir los cambios los encaran de forma positiva y proactiva, las organizaciones que aprenden, son aquellas que están dispuestas a asumir nuevos roles y responsabilidades y que técnicamente están en continuo avance y capacitación”.
Para dar inicio al desarrollo organizacional el punto de partida de las organizaciones es la credibilidad, tanto para sus clientes internos como externos, debe llegar a ser creíbles en sus procesos, en sus productos y servicios, y esta debe ser continua y crecer con el tiempo.
En definitivas cuentas, Cuenca debe dejar atrás sus inercias e implantar un cambio total de transformación. Seguiremos hablando de esto.
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