Soy hombre de palabra, pero también de sentimientos. Y es precisamente el dolor, la pena terrible de que se haya ido de esta vida un conquense único, exclusivo y emblemático, José Luis Coll, los que me incitan a interrumpir la suspensión de actividad del blog para dedicarle, ya in memoriam, estas cuatro líneas. No es evocación, sino más bien nostalgia; decenas de recuerdos de su humor inteligente, siempre eterno, como el sketch del vaso vacío, vas vasuá en francés, al lado de su gran pareja –además de su querida esposa-, Tip, Luis Sánchez Pollack. ¡Cuánto siento que la semana que viene no habléis del gobierno!
Juan Andrés Buedo
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