Una de las grandes bazas que poseen las fuerzas políticas que se oponen en Cuenca a la acción impenitente e ineficaz del gobierno del PSOE en esta provincia es el cambio en aras de la ejecución de una política transversal e innovadora, capaz de coordinar adecuadamente las labores a realizar por la Junta, la Diputación y los órganos municipales en favor de algo que demanda el siglo XXI: el potente montaje y difusión de la Biocultura.
Siempre con el fin preferente de promover la sostenibilidad en el medio rural, como explicaba Juan Andrés Buedo en su libro Cuenca en la encrucijada. Repercusiones en esta provincia de la ampliación de la UE (obra que animamos a bajar del la Red, pues está dispuesta para ello gratuitamente en los Aires de La Parra), implica una nueva política, que en el sumario de problemas concernientes a la provincia de Cuenca, como puede verse en ese volumen, tiene numerosos visos y caudales, hallándose particularmente necesitada de un esfuerzo primordial de la clase política y empresarial. Este empeño requiere una estrategia específica, que se centra en unir voluntades. La fórmula técnico-administrativa de conseguirlo, en la bien precisada opinión de su autor, reside en crear el Consorcio para el Progreso Integral de Cuenca.
A este respecto, el dinero subempleado y hasta dilapidado por bastantes partidas de gastos públicos –como las gestionadas por el Servicio de Consumo, que por estar mal emplazado, lo está incluso en su estructura organizativa-, mancomunado con el extraído de otros órganos político-administrativos disfuncionales, ineficaces e improductivos, daría un cúmulo presupuestario holgado y suficiente para realizar esa política activa novedosa, y, sobre todo, indispensable. Además, puede desarrollar unas cuantas plataformas e intervenciones que el partido en el gobierno viene presentando como mensaje cardinal –el progreso- de sus programas electorales, e incluso ratificó en su último 8º Congreso castellano-manchego. No obstante, a pesar de la buena orientación determinada en este último, lo cierto y verdad es que en muchas de las áreas que gestiona no aparece, en otras se difumina y en algunas cuantas es reducido o se queda insuficiente.
Aquí perdidos, por unas formas demasiado anticuadas –a lo “bono”- y absolutamente superadas en estos momentos del siglo XXI, ciertamente es imprescindible ese cambio de rumbo, sobre todo, porque las comunidades autónomas españolas cuyos productos exportados o importados coinciden con los de los países incluidos en la ampliación de la UE que se produjo en mayo de 2004, entre ellas Castilla-La Mancha, están sufriendo ya consecuencias negativas en su economía. Junto a nuestra Comunidad Autónoma se encuentran en esta situación Cantabria, Madrid, Navarra, País Vasco, Aragón, Cataluña, Galicia y Castilla y León, según consta en el informe Las Comunidades Autónomas ante la ampliación de la Unión Europea elaborado por el Centro de Predicción Económica.
El estudio adiciona a esta posible repercusión negativa la reducción de inversiones, que anuncian la posibilidad –constatable- de ir a parar a los nuevos socios comunitarios por la "indudable ventaja geográfica" de su cercanía a Alemania, así como sus menores costes laborales y de transporte. Entre las ventajas el informe destaca la creación de un mercado potencial muy importante y el desarrollo de infraestructuras.
Sobre las repercusiones en el comercio exterior, el estudio apunta que, en lo referente a la sustitución de exportaciones españolas en el mercado comunitario una vez ampliada la UE, las regiones españolas más expuestas serían Cantabria, Madrid, Cataluña, País Vasco y Galicia. En cuanto a la reducción de las exportaciones comunitarias a la economía española las más expuestas serían Galicia, Navarra, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Aragón.
La ampliación a los países del Este constituye un auténtico “desafío agrícola”. Hay que decir que las fronteras entre los Quince y los países candidatos han estado en buena medida abiertas a los productos agrícolas de unos y otros desde abril de 2004, y que todos los países candidatos, a excepción de Hungría, importaban más productos agrícolas comunitarios de los que exportaban a la Unión. Dicho esto, la superficie agrícola de los países candidatos de aquella ampliación representaba alrededor del 44% de la superficie agrícola comunitaria, mientras que su producción equivalía al 30% de la de los Quince. Por otra parte, los agricultores constituyen ahí el 17% de la población de los países incorporados, cuando en los Quince esta cifra apenas alcanzaba el 4,6%. Basten estos datos para calibrar la envergadura de la contienda agrícola.
En Cuenca es peor todavía, porque la nuestra es una provincia esencialmente agrícola. Por este motivo, proponemos la sustitución de muchos eventos expositores (ferias, etc. ) de poco montaje y ninguna trascendencia a realizar en Cuenca una “Feria de las alternativas y el consumo responsable”, de acuerdo con los criterios de participación en Biocultura. Sin extendernos ahora demasiado, nos remitimos a facilitar la exposición en ese evento de alimentos procedentes de la agricultura biológica/ecológica, que deben llevar obligatoriamente la garantía oficial del organismo correspondiente en base al Reglamento CEE 2092/91 o, si se trata de avales de países no comunitarios, el oficial correspondiente o reconocido por la UE, o por algún organismo de control homologado. A la par, se pueden abrir ahí las puertas a la dietética y los complementos alimenticios, a tejidos y calzado, a terapias de salud y a un largo marco distinto al existente ahora, donde cada delegado provincial y restante camarilla socialista va a su libre –y bien flojo- entender, tocando la flauta de acuerdo con la sintonía desafinada de un partido fuera de onda.
Ante las próximas elecciones, los partidos políticos que oferten su opción a Cuenca tendrán que ir pensando en cambios de esta especie muy hondos, principalmente una renovación de los cargos y las personas incompetentes y poco trabajadoras, que, encima, son tan feas que no valen estéticamente ni para salir en la foto.
El Comunicador Activo
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