Al abrir esta casa de estímulos necesito primeramente la reproducción de la nota de despedida que les dirigí hace tres años a mis compañeros de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Castilla-La Mancha: Comunicado de jubilación de J.A.B., y que, transcribo literalmente, decía:
" He sacado del blog VerbiClara, de la poetisa y escritora cubana Amparo María Ballester, unas enseñanzas muy útiles, que quiero que me sirvan de vehículo para el corto recorrido a la tercera edad y me dejen a las puertas de la jubilación (a unas pocas semanas en la Administración) sin agobios de ninguna especie. Y mucho menos a la hora de despedirme de todos mis compañeros, plenamente agradecido por los buenos momentos que me han dado y he pasado con ellos todos estos años; y, por supuesto, pidiéndoles perdón por todo aquello que no supe entender que debía prestarles –o simplemente facilitarles-. Por carácter, conciencia y conocimiento no ha existido inconveniencia o bajeza premeditada de mi parte en ningún momento..
Así me expreso porque sólo deseo que me recuerden como un buen compañero, al igual que he pedido en todos los destinos que he desempeñado en los cuarenta y dos años de vida laboral. Al término de ésta, coincido con Ballester en que “lo mejor en esta fase que comienza es que no hay arrugas en el corazón ni en los sentimientos”. Lo ideal es envejecer con dignidad, facilitar el decoro de las canas. Junto a ella leo varios estudios científicos, que reiteran que una actitud positiva permite una vida más larga. Se piensa que el pensamiento positivo sobre el envejecimiento aumenta la voluntad para vivir, y hace a la persona más resistente a las enfermedades. Además, el estrés mental respecto al envejecimiento es menor para quienes tienen una actitud positiva.
Desde esta actitud, pues, mis planes me llevan a esa estación propia y peculiar de la jubilación, para hacerme subir en su tren y continuar su camino hasta que me toque bajar. En este vehículo intentaré mantener el conveniente espíritu joven, consciente de que no hay vejez que valga. Como bien dijo el científico y escritor alemán Georg Christoph Lichtenberg: “Nada nos hace envejecer con más rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos”.
Por todo lo dicho, en mi despedida, me he cogido del brazo a Washington Irving: “Cuando un hombre pasa los sesenta, su maldad está sobre todo en su cabeza”. Y a la mía le mueve el limpio intento de desterrar toda malquerencia, perversión o bajeza, fundamentalmente a la hora de despedirme de todos los compañeros y amigos de la Facultad de Trabajo Social de Cuenca.
Un fuerte abrazo a todos/as."
Desde ese instante no he permanecido inmóvil, puesto que he terminado y publicado mi libro más extenso y completo de los muchos que he escrito sobre mi tierra de nacimiento y sus gentes: Particularismo de Cuenca. Una obra repleta de optimismo vital, que diría Bernabé Tierno, sabedor de que "los pesimistas no son sino espectadores, porque son los optimistas los que transforman el mundo", como señaló François Guizot. Una esperanza e ilusión que en su cuarta parte, en su desenlace, edifica las espectativas futuras de dicha ciudad. Y, al empoderar a sus ciudadanos, por mi edad y circunstancias, me he visto obligado a crear el presente blog, todo un hogar de estímulos en favor de las personas mayores.
La óptica en la que me muevo y la dinámica que pretendo trasladar a los seguidores de este blog es la explicada por la psicóloga María Dolores Ortiz, cuando se refirió a la jubilación como un periodo de cambio brusco que afecta a muchas esferas: la económica, la del ocio, las relaciones personales, etc. Y afirmaba que "requiere un tiempo de adaptación, que puede oscilar entre seis meses y un año", determinando que "es un momento de riesgos, pero también de oportunidades". Así nos lo dejó ver también el INFORME TFW 2013-2, dedicado a "El papel de la familia en el envejecimiento activo", en el Día Europeo de Solidaridad entre Generaciones de 29 de abril de 2013:
" Este aumento de la esperanza de vida es fruto de las políticas sociales, sociosanitarias y del crecimiento socioeconómico e implica un replanteamiento de conceptos y propuestas por parte de la sociedad. Se trata de un reto que solamente se podrá afrontar con información y programas específicos sobre envejecimiento activo y a través de la promoción de una imagen positiva de las personas mayores, de incrementar su rol activo y de que su valor redunde en otras generaciones. A nivel individual y de modo resumido podemos definirlo como el conjunto de cambios graduales e irreversibles en la estructura y función de los organismos vivos que ocurren como resultado del paso del tiempo."
Se dice a continuación en ese informe que el envejecimiento no es una enfermedad, pero sí es la causa de muchas enfermedades asociadas al mismo, que en último término son las responsables de la muerte del individuo. Y permite a la Organización Mundial de la Salud definirlo como “el deterioro progresivo y generalizado de las funciones que produce una pérdida de respuesta adaptativa al estrés y un mayor riesgo de sufrir enfermedades con la edad”. De ahí que sea importante que lleguemos a la vejez en las mejores condiciones posibles: sin enfermedades asociadas, en buena salud física y mental y que seamos autónomos e independientes en nuestras actividades cotidianas. Si a esto le añadimos una actitud positiva ante el proceso del envejecimiento y una participación social activa estamos hablando de ‘envejecimiento activo’. Fue definido por la OMS como “el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen”. El término de ‘activo’ se refiere a la participación continua de las personas mayores, ya sea de forma individual o colectiva, en actividades sociales, económicas, culturales, deportivas y de voluntariado, no solo en lo puramente laboral.
Pretende mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen, favoreciendo sus oportunidades de desarrollo para una vida saludable, participativa y segura. El envejecimiento activo implica entender esta etapa de la vida como un ciclo más de crecimiento personal, añadiendo “vida a los años y no solamente años a la vida”. Un amplio jardín por el que paseará este blog, con el fin de apoyar el desarrollo de hábitos de vida saludable, físicos y mentales, la formación a través del reconocimiento de capacidades y competencias, la promoción de la igualdad de oportunidades, el fomento de la autoestima y la participación de las personas mayores en la sociedad, desde su experiencia, formación, valores, incidiendo en el papel de la familia y la comunidad. Lo importante es mantener la autonomía y la independencia a medida que se envejece.
JUAN ANDRES BUEDO