
Después de lo sucedido a lo largo de las jornadas transcurridas en los diez primeros días de este mes en la política provincial de Cuenca, donde destaca el acaecimiento derivado del montaje de Marketing Político efectuado por el cuadro de dirigentes del PSOE conquense con la finalidad de "justificar" sus vacaciones en Centroamérica, hecho como comitiva acompañante del factótum oligarca de esta formación en Castilla-La Mancha para eludir y evaporar las acusaciones hechas contra García-Page, como responsable principal del cierre del tren convencional Madrid-Cuenca-Valencia, hay que ponerse en guardia.
No hay argumento que tape el magnicidio infraestructural causado por esta recua de políticos de chichinabo, como expliqué extensamente en el libro aparecido este año, con el título de "El Cambio General y las incertidumbres de Castilla-La Mancha. Remedios al gobierno adverso de García-Page" (ver aquí). En éste se da testimonio de la sobreabundancia de la política de "álbum familiar" que, desde los tiempos de José Bono, existe en Castilla-La Mancha. Constituye este desventurado cliché uno de los elementos principales, por ejemplo, de la recesión económica conquense -que no se corresponde con su nivel de renta, más alto-. Parece mentira que habiendo dinero potencial en Cuenca (ya lo dijo un inteligente y joven delegado de la Agencia Tributaria que hace unos años estuvo ahí destinado), se emplee tan mal éste, y se invierta -o peor, no se haga- de una manera tan torpe, como Eulalio López Cólliga viene denunciando con perspicacia y puntualidad en cada una de las colaboraciones publicadas en La Vanguardia de Cuenca. Pero esto hay que entenderlo -no justificarlo, ni mucho menos admitirlo-: a nivel privado, los conquenses, que poseen un sentido del ahorro "emulgente", austero, de corto alcance y sin someterlo a grandes riesgos, administran sus hogares mejor de cómo lo hacen los representantes políticos elegidos.
La causa de esto último radica en la ley de hierro de Robert Michels. Así lo explica en su gran obra Sociología del partido político en la democracia moderna. Estudio de las tendencias oligárquicas de los grupos políticos (1911). En ese libro se formulaba la llamada «ley de hierro de las oligarquías», es decir, la conclusión empírica de que la tendencia hacia la oligarquía es inherente a todo partido organizado. De donde se deduce que la democracia, entendida como gobierno por el pueblo, es irrealizable; siempre gobierna una minoría.
A la ley de hierro de las oligarquías, trasladada al momento presente y circunscribiéndola a Castilla-La Mancha, cabe rotularla como simple y befa corrala política, que gira alrededor del “amo de llaves”: Emiliano García-Page, alumno disciplinado del expresidente de la Comunidad autónoma José Bono, portador muchos años del prontuario de éste y acostumbrado a actuar con las exinanidas recetas y procederes del maestro. Su principal emblema es la palabra, la sonrisa y la promesa; mientras olvidan él y los más próximos, sin embargo, que lo que espera la gente de los políticos está en que hagan su trabajo y les dejen en paz, es decir, que hablen de sus cosas lo menos posible. A la mayoría de los ciudadanos, les da igual si los rojos y los morados son amigos o no, si los azules y los naranjas se van de copas al salir del Pleno/Cortes de C-LM o si los violetas y los verdes se rayan el coche cuando hay ocasión. La prueba está en que, como destacó hace ya unos años la periodista Araceli R. Arjona, por mucho que se empeñan en tirarse públicamente los trastos a la cabeza, cual marujas, aún no tienen espacio fijo en los programas del corazón. Se supone que son empleados públicos no gente de la farándula y, si acaso tienen color, ése es el gris.
Frente a esta pantalla, si la provincia de Cuenca desea la vertebración y fijación de la población y quiere mantener viva la esperanza de crecimiento necesita "recuperar" la infraestructura ferroviaria convencional adaptada al tiempo presente, la ciudadanía tiene que “conquistar su dignidad, sus derechos y exigir justicia; debe movilizarse por el desarrollo sostenible de los pueblos con el tren, exigiendo que los fondos estatales y europeos se inviertan en la renovación de la línea del ferrocarril Madrid-Cuenca-Valencia”, como invoca Fernando Casas.
Es muy importante, sin duda, que los habitantes de Cuenca tengan claro que, si la provincia se queda definitivamente sin la línea de ferrocarril convencional, se debería a que las Cortes y el Gobierno de Castilla-La Mancha han decidido no mover un dedo. Si la Junta de Comunidades, tuviera algún interés y llevara a cabo las actuaciones oportunas, la línea de ferrocarril Madrid-Cuenca-Valencia no se desmantelaría. Es irrefutable que, si el gobierno de García-Page quisiera, podría invertir los fondos estatales y europeos necesarios, quitando argumentos a los salvapueblos, que ven una oportunidad política en la despoblación. Sería clave la inversión en Cuenca porque las comunicaciones por ferrocarril son vitales para la vertebración y la fijación de la población del territorio. No cabe duda, en resumidas cuentas, como ha demostrado el análisis de la encuesta CITCO_MCV, de que el ferrocarril de Madrid-Cuenca-Valencia se podría mantener, con tanta justificación como el de la línea de Hellín-Cartagena. Una línea que sigue ahí, porque la Junta consiguió que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda urbana no la desmantelara, perjudicando a la Comarca de Hellín y de Murcia.
Sin embargo, los alabarderos de "parques temáticos", como el de las tirolinas de la Sierra de Bascuñana, se creen que con esto, con el Toro Verde van a tapar el socavón económico que han causado -y van a seguir haciéndolo en años sucesivos- al conjunto del territorio conquense. Para entender la poca monta de esa iniciativa basta con leer la nota informativa "¿Esto es lo que vendrá a Cuenca…?", publicada por Liberal de Castilla (aquí).
Los guiadores de la sábana electoralista presentaron el lunes pasado (8/VIII) el "proyectazo", tan inclinados como aparecen en la foto, después de su "viaje institucional" a Costa Rica y Puerto Rico.

Sin embargo, asústense, tan solo irá acompañado de un complejo hotelero con 60 habitaciones que pondrá en marcha Nayara Resorts. Nada, adjudicada está ya la cosa. Tanto bombo para tan poco platillo, porque la previsión es que pueda abrir a lo largo del primer semestre del año 2025. Mucha venta de leve sustancia, pues, en el cuatrienio legislativo que deja todos los indicadores de inversión en Cuenca en mínimos históricos. De lo cual es culpable esta camada, como ya he explicado en varias publicaciones. Es una prole embriagada de fórmulas agotadas de gobernanza, ya que les gusta más el marketing político que la administración eficiente, bajo las miras preferentes del acercamiento de la gestión de los asuntos públicos a los ciudadanos y el atender mejor los problemas propios de cada municipio de esta región. Una prueba de esto la ofrece Viajestic, que diferencia entre turismo de temporada alta y de temporada baja. El turismo de parque temático lo sufre en sus propias carnes: es un turismo de temporada. De aquí que se deban examinar los pros y contras del mismo. Porque, y de esto no nos traslada información la gendarmería del marketing, ¿qué pasará con las tirolinas y anexos durante la temporada baja, que va del 1 de noviembre al 31 de marzo?
Son muchos los aspectos que hoy inciden negativamente en lo que se ha definido como nivel de calidad de la actividad política. Entre otros, hay que detenerse en el peligro que conlleva para la actividad política el predominio de los intereses particulares ante los generales o, por ejemplo, en la perversión que se esconde en la actividad de muchas instituciones públicas (como es el caso de algunas "campañas"/entrevistas y actos públicos de Page, bajo la única mira del Ejecutivo de la Comunidad Autónoma de obtener réditos para su propia imagen política) que, empujadas por lógicas del ciclo electoral, priorizan el éxito inmediato abandonando sine die cuestiones de gran envergadura y trascendencia, para centrar la atención en problemas secundarios o periféricos, más manejables en el corto espacio de tiempo.
Nunca como ahora la comunicación humana concentró tanto interés, y por esa misma razón, los líderes políticos, los directivos empresariales, representantes sindicales, creadores de cualquier tipo, y toda persona que requiera comunicar su mensaje a mayor o menor escala, necesitan recurrir a las claves que potencian y perfeccionan las características naturales de persuasión, carisma y liderazgo. Singularidades que dejan al elector en guardia, porque Guijarro, Chana y Dolz carecen de ellas, como han evidenciado al quitar el tren para imponernos otra astracanada en forma de parque temático en 2025. Producto de su ineptocracia, parecen no saber estos señores que en política es necesario llevar cuidado con el fracaso y los errores, pues con mucha frecuencia no tendrán una segunda oportunidad.
Últimos comentarios