Reportaje publicado en elPeriódico (ver aquí)
La política española vivirá en 2023 una dura yincana electoral que pondrá en juego la mayor parte del poder institucional: el Gobierno central, 12 ejecutivos autonómicos y 8.135 alcaldías. Izquierdas contra derechas será el gran duelo, pero en esta competición de fondo se superpondrán varias batallas territoriales mucho más complejas.
Elecciones
municipales
En los comicios locales estarán en juego las 8.135 alcaldías de toda España y su desenlace servirá de termómetro del grado de movilización del electorado de cada partido de cara a las generales de otoño.
En 2019, PP y PSOE consiguieron una cosecha muy similar en cuanto a alcaldías. Los populares se hicieron con 2.845 y los socialistas, con 2.797. La igualdad aún es más acentuada en Catalunya entre Junts (360) y ERC (352). Y 182 varas de mando son el (pen)último resorte de poder que le queda a Ciudadanos.
En el mapa interactivo del reportaje original se puede consultar cuál fue el partido más votado en cada población en 2019.
Elecciones autonómicas
Seis meses antes de las generales, Pedro Sánchez y el PSOE se jugarán todo su poder territorial, mucho más que el PP. De las 12 comunidades que celebran autonómicas, los populares solo gobiernan en dos: Madrid y Murcia. El reto socialista, en cambio, es retener nueve presidencias: Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana, Extremadura, La Rioja y Navarra. La mayor o menor pujanza de Unidas Podemos y Vox será determinante para inclinar balanzas, aunque un goteo de pactos con la extrema derecha podría lastrar a Alberto Núñez Feijóo en las generales.
Una reciente encuesta del CIS apuntaba que el PP podría mantener Madrid y Murcia, y le arrebataría Extremadura al PSOE. Los socialistas estarían en condiciones de conservar Aragón, Castilla-La Mancha, Navarra y La Rioja. Los duelos más igualados estarían en la Comunitat Valenciana y Cantabria.