La población joven es más de izquierdas, y la que más defiende el multipartidismo frente al bipartidismo
FRANCISCO CAMAS GARCÍA (Publicado en El País, aquí)
Para hablar de jóvenes lo mejor es no hablar de juventud. Si algo puede decirse de la gente joven es que no es un colectivo homogéneo ni uniforme, sino heterogéneo y plural. Eso de la juventud española es una simplificación que como etiqueta puede tener su sentido, pero que no hace justicia a la complejidad de la realidad juvenil. El sociólogo Pierre Bourdieu habló en alguna ocasión de “manipulación evidente”, refiriéndose a quienes entienden la juventud como un grupo unitario, de intereses comunes y edad fija. La metáfora del caleidoscopio, planteada por la antropóloga Teresa del Valle, es quizá más útil para acercarnos a la gente joven: un universo diverso y cambiante, a poco que se gire el punto de mira.
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Sin embargo, en esa diversidad se detectan corrientes con más peso que otras. Es lo que ocurre, hoy por hoy, con las actitudes e inclinaciones políticas de la gente joven que, además, difieren bastante del conjunto de la ciudadanía española, según datos acumulados del mes de junio del Pulso Electoral de Metroscopia. La población joven es más de izquierdas, y la que más defiende el multipartidismo frente al bipartidismo; Unidos Podemos es su principal referencia política; Pablo Iglesias, el líder que mejor evalúa; y PSOE-Unidos Podemos, su coalición de gobierno preferida.

Pero tampoco es una sorpresa que la población joven evalúe de forma diferente a los principales dirigentes políticos en comparación con la media española. Coinciden en que Rajoy es el líder que menos aprobación merece, pero el suspenso que obtiene es más amplio entre jóvenes (el 81% le desaprueba) que entre el conjunto de la población (el 72%). Algo parecido le sucede a Rivera: entre el total del electorado es el único político que obtiene más aprobados que suspensos por su actuación política (el 50% le aprueba y el 48% le desaprueba), pero la gente joven es más crítica (45% frente a 54%). Sánchez no registra diferencias, ya que la desaprobación es casi idéntica entre unos y otros (67% entre jóvenes y 66% entre el total). En cambio, solo Iglesias tiene una imagen menos negativa entre jóvenes que entre el conjunto del electorado (los suspensos juveniles alcanzan el 54% y la media española es del 63%).
Más izquierdas
Cabe destacar también que la gente joven de derechas es el grupo minoritario: representan el 19% quienes se ubican entre los puntos 6 y 10 de una escala ideológica de 11 puntos, en la que 0 es extrema izquierda y 10 extrema derecha. El grupo más amplio (50%) se define de izquierdas (puntos del 0 al 4) y el segundo más numeroso (26%) se sitúa en el centro ideológico (punto 5) —un 5% no sabría o no querría ubicarse en una escala ideológica—. De ahí que la media del electorado joven esté levemente desplazada a la izquierda (4,3) en comparación con el conjunto de España (4,7).
Cuando hoy hablamos de jóvenes nos referimos a personas que nacieron como muy tarde a principios de los ochenta y como muy pronto a finales de los noventa y que, en su mayoría, constituye una población de corte social y laboralmente activo: el 47% estudia, el 35% trabaja y el 17% está en paro —aunque probablemente la mayoría en busca de empleo—. Y es entre la gente joven donde se observa una “pulsión de cambio” más potente: el 80% no quiere bipartidismo sino multipartidismo y casi dos de cada tres (61%) acabará votando a uno de los dos partidos nuevos. Pero al mismo tiempo son —siempre lo han sido— quienes menos dispuestos están a acudir a las urnas: solo el 63% dice que irá a votar con toda seguridad (10 puntos menos que la media española). Un grado de movilización que es desigual por partidos: en Unidos Podemos es del 70%, mientras que en PP, PSOE y C's está por debajo del 60%.
Francisco Camas García es analista de Metroscopia.