Fue mi primer debate sobre el estado de la ciudad y la conclusión que saqué es que nada mejor que la impresión que uno tiene de San Sebastián para valorar cómo nos van las cosas. Será más o menos acertada, pero si no hay acritud en la mirada, al menos ésta será pura y no condicionada. Y eso ya es bastante. Se notó en el Pleno la cercanía de los comicios electorales de mayo, porque los discursos se enconaron en busca de marcar las distancias. Al final los políticos hablan para los que quieren escucharles y para satisfacer sus oídos. Por eso, entre la visión idílica de los unos y catastrofista de los otros, creí entender que en el término medio, como ocurre con la virtud, residirá la realidad de esta ciudad.
Y es que ya iniciábamos la semana con la presentación en esta sección de los candidatos de los tres partidos mayoritarios en el Ayuntamiento en estos momentos. Ramón Gómez Ugalde (PP), actual parlamentario vasco y que ya ha sido concejal donostiarra, fue el primero en saltar a la arena con su presentación en un conocido restaurante. Sustituye como alcaldable a María José Usandizaga, que el mismo viernes, en plena pugna dialética con Elorza, admitía que «vemos que ya es hora de dejar paso a los jóvenes, aunque seguiremos poniendo nuestra experiencia a su servicio. Haga usted lo mismo, alcalde, y deja paso a otros». Su campaña parece que pivotará sobre las redes sociales, como forma de acercarse a los jóvenes, y los encuentros a pie de calle con la ciudadanía -ya ha organizado varios encuentros gastronómicos en Altza e Intxaurrondo con los vecinos-.
Eneko Goia, actual diputado de Infraestructuras Viarias y portavoz foral, será la baza del PNV en las elecciones después de varios meses de incógnitas y especulaciones sobre nombres. Cercano a Joseba Egibar, ha desbancado al portavoz actual de la formación y candidato en 2007, Xabier Ezeizabarrena y supone la gran esperanza jeltzale para destronar a un Elorza que va camino de imitar al mítico entrenador del Manchester United, sir Alex Fergusson, que lleva 24 años en el cargo.
Odón, reforzado tras haber superado el corte hacia la capitalidad europea de 2016 y con una encuesta ciudadana entre 2.000 personas que, según afirma, demuestra la satisfacción de los donostiarras con su ciudad y quienes les gobiernan, sigue convencido de contar con el respaldo popular. Aunque desde la bancada jeltzale, Ezeizabarrena le retara a que preguntase «en esa encuesta a todos esos jóvenes donostiarras que debido a la carestía de la vivienda se han tenido que ir a otros pueblos a vivir», el alcalde cuenta con la confianza que le da haber salido reforzado cada vez que se ha enfrentado a las urnas. Y es que en su caso no se da aquella máxima de que el poder desgasta, porque en cada cita electoral su partido ha aumentado el número de concejales con respecto a la anterior: 5 (1991), 7 (1995), 9 (1999), 10 (2003) y 11 (2007). Dice tener la misma ilusión y pasión que cuando comenzó, aunque Usandizaga le recordara que «en la tercera edad también existen personas ilusionadas y llenas de proyectos».
Sin embargo, en los próximos meses todo se mirará en clave electoral. Dos circunstancias pueden jugar a su favor y una tercera en contra. Empezando por esta última, habría que saber si varios de sus 'errores' reconocidos en esta legislatura -la falta de un contrato en el personal de limpieza de los edificios municipales, la acumulación de 5,7 millones de euros en concepto del canon no cobrado a Arcco, el enésimo retraso en la estación de autobuses y la sentencia de Illunbe que obligó al consistorio a desembolsar 21 millones- le pasarán factura en las urnas. Por el contrario, juega a su favor que en estos siete meses que quedan de legislatura se vayan a concluir hasta una treintena de proyectos en la ciudad como los de San Telmo, el Centro Cívico de Intxaurrondo, los parkings de Cervantes y Plaza Cataluña, el ambulatorio de Egia, la primera fase del Jardín de la Memoria, las rampas de Lizardi... Un punto que debe reforzarle.
Otra clave que puede condicionar el mapa electoral donostiarra es la participación o no de la izquierda abertzale ilegalizada. El PNV criticó el viernes en el Pleno «que no todos los donostiarras estuvieron presentes en las últimas elecciones», a lo que Enrique Ramos, portavoz del PSE-EE, recordó que «de hacerlo, no creo que seamos una de las formaciones a las que nos quitarían más votos». Mientras tanto, los partidos pequeños, como Alternatiba, Aralar, EA, Hamaikabat y Ezker Batua estudian fórmulas para presentarse. La coalición Aralar-Alternatiba ha resultado clave en la última legislatura en el juego de las mayorías, cuando de haberse presentado por separado no hubieran tenido tanto peso en la vida municipal.
Sé que aún falta mucho para las elecciones, pero la carrera por la alcaldía ya está lanzada. Por eso otras noticias que se han sucedido durante la semana -la cubierta de la futura estación de Metro de Herrera, la agrupación de las energías verdes entorno a Enertic en el Polígono 27 o el estudio del Ministerio de Medio Ambiente achacando a la erosión del flysch de la isla la pérdida de arena en Ondarreta- han pasado más desapercibidas. Desde ahora, todo se mira ya en clave electoral.
Comentarios