El clima antimonárquico que encendió un centenar de independentistas radicales en Gerona con la quema de fotos del Rey se ha extendido a algunos partidos políticos que defienden la actitud de los jóvenes radicales, que ya utilizan internet para convocar nuevas movilizaciones contra la Corona. Las próximas serán este fin de semana y el que viene en Barcelona. Este clima también ha prendido en diversos sectores que trascienden los previsibles foros independentistas, y que ya se instala en una parte sustantiva de algunas terminales mediáticas y políticas. Sin ir más lejos, el ex ministro de Defensa José Bono dijo anoche que la quema de fotos «no es relevante desde el punto de vista político».
ERC, socio de referencia del Gobierno, pretende ahora liderar las protestas contra la Monarquía en Cataluña hasta que se acabe «la persecución de la Justicia española» contra varios centenares de radicales que quemaron las fotografías del Rey en las concentraciones independentistas de Gerona y Molins de Rey (Barcelona). Algunos dirigentes republicanos están dispuestos a bajar a la calle todos los fines de semana para encabezar las movilizaciones antimonárquicas con claros fines electoralistas, ya que su principal granero de votos se encuentra entre los jóvenes independentistas y radicales. Pero también para desestabilizar: el horizonte, como dijo Carod, es el referéndum de independencia en 2014.
Autoinculpación de un diputado
Uriel Bertran, diputado de ERC en el Parlamento catalán, ha dado el primer paso al autoinculparse de haber «participado en actos de rechazo a la Monarquía española». Bertran, miembro de la corriente crítica «Esquerra Independentista», entregó ayer un escrito en una comisaría de los Mossos de Barcelona en el que insta al juez Marlaska a que «en el caso de abrir diligencias incriminatorias por parte de su tribunal contra ciudadanos catalanes por haber expresado su rechazo a la Monarquía española, le pedimos que nos procese también a nosotros».
En el escrito, suscrito también por el profesor de Derecho Constitucional Héctor López Bofill y el presidente del Casal Argentino en Barcelona, Diego Arcos, se afirma que «el delito de injurias a la Corona se utiliza como una herramienta de coacción de la libertad de expresión». Tras considerar que «la pervivencia de la Monarquía española es un anacronismo», los firmantes opinan que «ninguna persona ha de poder ejercer como Jefe de Estado por el mero hecho de ser hija de otra» y añaden que «la Monarquía española, restaurada por el totalitarismo franquista, se ha caracterizado por la extrema beligerancia contra los derechos y las libertades del pueblo catalán». Después de entregar este escrito, el diputado de ERC puntualizó que había tomado esta iniciativa a «título individual», pero aseguró que otros cargos electos y dirigentes seguirán sus pasos si continúa «la persecución colectiva» de la Justicia contra los radicales que queman fotos de los Reyes.
Tras las movilizaciones contra la Corona en Cataluña está la estrategia política de ERC de calentar los ánimos contra todas las instituciones nacionales con el fin de que «el pueblo catalán pueda decidir algún día si quiere una monarquía o una republicana catalana».
Héctor Bofill, uno de los impulsores del Centro de Estudios Soberanistas, junto al vocal del Consejo de Poder Judicial Antonio López Tena, consideró, por su parte, que la quema de fotos del Rey es una forma «respetable» de protestar porque «no implica una amenaza directa a la persona física del Rey, sino que es un acto de protesta contra la institución, que si entra dentro de la libertad de expresión». Tras recordar que España «ya fue condenada en 2004» por el Tribunal Europeo de Derechos humanos por no investigar un caso de tortura contra independentistas, Bofill alertó de la ilegalidad de una «persecución colectiva» contra los independentistas catalanes.
Formulario «solidario» en la red
Una web (www.meua.cat), que anuncia nuevos actos de protesta contra la Corona, se encarga de avivar el fuego entre los jóvenes radicales a los que envían a casa un póster gratis de Don Juan Carlos para «colgarlo en la pared o quemarlo» en las futuras concentraciones independentistas. Para recibir la imagen del Rey, los jóvenes ha de rellenar un formulario «solidario», con su nombre y dirección, en el que se afirma que «los privilegios de la Familia Real española están muy bien protegidos por sus leyes, por sus tribunales y por sus policías que les son fieles». «La cruzada contra la libertad de expresión y de opinión -añade el texto- capitaneada por la Audiencia Nacional demuestra más que nunca el anacronismo e insulto que supone para el pueblo catalán, haber de continuar manteniendo los lujos de esta familia». Desde la web independentista se pide a los jóvenes que solicitan el póster del Rey que estén «atentos» a los nuevos actos de protesta contra la Monarquía.
Las nuevas movilizaciones independentistas tendrán una contramanifestación organizada por «Ciutadans» para protestar «contra la violencia» y la «coacción» de los radicales. La convocatoria de «Ciutadans», el 6 de octubre, un día después de una manifestación antimonárquica en Barcelona. Ante este ambiente caldeado contra la Corona, Zapatero pidió con escasa contundencia desde Nueva York a las fuerzas catalanas que contribuyan «a hacer un mensaje esencial» entre la ciudadanía de que «se pierde mucho la razón» con acciones como la quema de fotos del Rey, informa Anna Grau. «Los ciudadanos se pueden manifestar con la mayor libertad de expresión sin tener que traspasar el límite de lo que puede resultar ofensivo», dijo.
«Rectora dimisión»
Por otra parte, unos quince estudiantes irrumpieron ayer en la inauguración del curso de la Universidad de Gerona para pedir la dimisión de la rectora, Anna Maria Geli, por haber invitado al Rey a inaugurar el parque Científico, el pasado día 13. Los radicales desplegaron una pancarta con el lema «Rectora dimisión» y colocaron en la mesa presidencial un cojín con una corona de cartón y una bandera española.
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