Sólo 232 votos separaron al PSOE del PP en Teruel en las elecciones generales de 2004. Los socialistas ganaron en esta provincia con 36.152 papeletas, frente a las 35.920 del PP, y lograron un diputado más. En Teruel están en juego tres escaños en el Congreso, que suelen repartirse entre el PP y el PSOE. Cada partido tiene asegurado uno, porque la tercera y la cuarta formación política -Partido Aragonés y Chunta Aragonesista- apenas cuentan en esta provincia. El tercer escaño se lo lleva siempre el que gana por número de votos, aunque sólo sea por uno. En 1996 y 2000 fue para el PP, y en 2004, para el PSOE.
Cada diputado valdrá su peso en oro en las elecciones de marzo, y Teruel ya está marcada como provincia prioritaria en el mapa electoral que ha diseñado el PP. Los estrategas populares han elaborado un detallado informe, al que ha tenido acceso ABC, con las circunscripciones donde pueden sumar un diputado respecto a los que consiguieron en 2004, y también donde deben luchar al máximo para conservar los que ya tienen. El espejo no está en las elecciones de 2000, cuando el PP arrasó con mayoría absoluta, sino en 1996, año en el que José María Aznar pudo formar Gobierno con 156 diputados en el Congreso, sólo ocho más de los que han tenido esta legislatura.
En el informe interno del PP se parte de la premisa de que las elecciones se convocarán en enero para celebrarse en marzo -como ya ha confirmado el presidente del Gobierno-, y por tanto se aplicará el censo electoral de 2007 para asignar los 350 escaños del Congreso por provincias. Hay cuatro circunscripciones que ganarán un diputado para elegir: Alicante, Almería, Murcia y Toledo. En el lado contrario, las provincias que pierden un escaño son Córdoba, La Coruña, Vizcaya y Soria, que se queda sólo con dos, límite mínimo fijado por la Ley de Régimen Electoral para todas las circunscripciones, excepto Ceuta y Melilla, que eligen un diputado cada una.
A partir de ahí, el PP ha echado cuentas, ha aplicado la ley d´Hondt, que rige nuestro sistema electoral, y ha visto que tiene posibilidades de ganar diputados en 18 provincias. En Andalucía, donde el PP consiguió 15 diputados menos que el PSOE en 2004, los populares esperan ganar un parlamentario más en Almería, Cádiz, Jaén y Málaga.
Escaños «bailando»
Andalucía es la Comunidad Autónoma donde más diputados se eligen, 61, frente a los 47 de Cataluña o los 35 de la Comunidad de Madrid. Los grandes partidos son conscientes de que no se puede pretender ganar unas elecciones con unos malos resultados en Andalucía, y por eso será una de las regiones clave en la campaña electoral. Como recordó Mariano Rajoy a los suyos recientemente, en esta región hay «un puñado de escaños» que dependen de unos pocos votos. Allí, además, se celebrarán elecciones autonómicas, así que los esfuerzos se redoblarán.
El PP también espera ganar escaños en sus feudos más sólidos: Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Murcia. En la primera, el resultado aplastante de las últimas elecciones autonómicas y municipales extrapolado a las generales podría significar que el PP subiera de 17 a 19 diputados, repitiendo el resultado histórico del año 2000. Algo parecido ocurre en la Comunidad Valenciana, donde confían en sumar otros dos. Allí, las cuentas les salen positivas en Alicante y en Valencia. En Castilla y León, ven posibilidad de subir en Burgos, León y Salamanca. Y en Murcia, donde el PP se sale, cuentan con sumar el escaño que ganaría la provincia por el cambio de censo electoral. En total, la fortaleza de sus feudos puede reportarle ocho diputados. Todos, a costa del PSOE. Sólo con estos datos ya habría empate: 156 diputados para cada partido.
Otra Comunidad fundamental para las elecciones de marzo será Cataluña, siempre difícil para el PP. Repetir el nefasto resultado de 2004 (logró seis diputados de los 47 en juego, frente a los 21 del PSC) será complicado, aunque lo será más aún alcanzar los 12 escaños del año 2000. Por eso, siempre con la mira puesta en 1996, los populares confían en ganar un diputado en Barcelona, Lérida y Gerona. Nada fácil, pero el último escaño en estas circunscripciones suele depender de muy pocos votos.
Otras circunscripciones donde el PP centrará todos sus esfuerzos serán Ciudad Real (aquí siempre hay un escaño bailando entre el PP y el PSOE, que depende de muy pocas papeletas), Álava, Pontevedra y la ya comentada Teruel.
En total, son 18 provincias y 19 diputados (en Madrid pueden ser dos). ¿Y si los gana el PP, quién los pierde? En todos los casos, el PP sumaría escaños en detrimento del PSOE, excepto en Gerona, donde el diputado lo perdería ERC, y en Murcia, que tendría un parlamentario más gracias al aumento de censo.
Provincias con riesgo
Hay otras provincias donde el comité de campaña del PP, que coordina Pío García-Escudero, quiere centrar los esfuerzos para no bajar, ante el riesgo de perder un escaño. Estos lugares serían Córdoba, La Coruña, Las Palmas, Tenerife, Cuenca, Guadalajara, Orense y Vizcaya. En Soria, que pierde un escaño por el cambio de censo, dan por hecho que pasarán de dos a sólo un diputado. Ahí no hay vuelta de hoja.
Suponiendo que a los populares les salieran las cuentas y tuvieran un saldo positivo de una docena de diputados, aun perdiendo posiciones en algunas provincias, y se colocan en torno a 160 escaños en el Parlamento, dan por hecho que ganan las elecciones generales. Sin mayoría absoluta, pero las ganan. Y eso significa gobernar, ya que tanto José Luis Rodríguez Zapatero como Mariano Rajoy se han comprometido a formar Gobierno sólo si son los primeros. En este caso no valdrán pactos como el de Galicia o Islas Baleares, donde el PP no gobierna pese a ganar las autonómicas, o como el de Canarias, donde el PSOE ganó y está en la oposición.
En el mismo informe de estrategia electoral del PP, se detallan las expectativas para el Senado, donde el Grupo Popular ha tenido mayoría relativa en esta octava legislatura. En circunscripciones donde puede haber empate de diputados entre el PP y el PSOE, los populares intentarán ser la primera fuerza en las elecciones a la Cámara territorial y llevarse tres de los cuatro senadores en juego en Almería, Córdoba, Teruel y Baleares. Además, lucharán por no quedarse sólo con un parlamentario de la Cámara Alta en las circunscripciones de Albacete, Toledo, Guadalajara, Cáceres, Badajoz, Asturias y Cantabria.
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