Hace casi un año que no aparecía en esta sección de la página, a causa de la densa actividad intelectual -además de política, social y personal- que el trajín cotidiano ataba el propio instinto. Superado con éxito este ciclo, el corazón demanda devolver su aroma a los Aires de La Parra. Por eso lo hago con el enlace de la canción escrita por Ekhymosis, que es una oda a la tierra y a la importancia de amarla y cuidarla. La letra de la canción es muy emotiva y hace un llamado a la unidad y al amor por la familia, la raza y la sangre.
Amar a la tierra donde se nació, es de personas bien nacidas y agradecidas, afirmó Luis Cristóbal García-Correa, cofundador y primer presidente de la Asociación Canaria para Defensa de la Naturaleza ASCAN. al recibir un premio por la defensa del patrimonio en el ámbito vecinal. De esa memorable inscripción voy a permitirme la licencia de extraer un epítome con las ideas más destacadas, que resumen igualmente lo que quiero decir:
Amar a la tierra donde se nació, es de personas bien nacidas y agradecidas.
La tierra es el lugar donde nacemos.
Como todo hay excepciones.
Pero quiero referirme a la norma general.
Amar a la tierra donde nacimos es de obligado cumplimiento.
Quién no ama a la tierra que lo vio nacer, no solo es un descreído, es un desagradecido.
El amor a la tierra que nos vio nacer es, y siempre será, el lugar que tenemos que recordar y siempre amar.
Nacimos del amor de nuestros padres.
Nuestra madre nos llevó en su vientre desde la concepción hasta el momento de nacer.
(...//..)
La vida es algo de valor incalculable, que tenemos que cuidar, y mimar, con todo el amor del que seamos capaces.
La vida es la maravilla que nos ha tocado vivir.
Quién no cuida y protege su vida es un desagradecido; y puede llegar a ser un mal nacido.
(...//..)
El amor a la tierra que nos vio nacer es un deber y una obligación para toda la vida.
Amar a la tierra donde nací, no solo es de bien nacidos, sino de agradecidos.
Patria, etimológicamente hablando, significa «la tierra del padre». Ahora bien, en nuestro imaginario cultural la patria es mucho más que eso: la patria es la tierra en la que nacimos pero, también, la tierra que nos vio crecer, en la que nos arraigamos, la tierra en la que nos sentimos a gusto. Patria es nación, y una nación no son solo las fronteras que ubican territorialmente a un estado, delimitándolo. La nación nos remite a una serie de raíces culturales, aquellas que nos anteceden y que nos formaron como seres en la tierra. La palabra patria significa muchas cosas, que podemos hallar en Frases de la Vida, donde dedican precisamente un artículo a la patria, a nuestra tierra, a la sangre que corre por nuestras venas.
Los pueblos son mucho más que un conjunto de personas, los pueblos son ideas que se mantienen vivas a través del tiempo, son nostalgias, son recuerdos y pasiones. La patria es aquello que amamos, y que nos retribuye con todo este amor, leemos en ese artículo del que, a mis efectos, extraigo las locuciones que emotivamente engloban lo que quiero declarar:
*] Hay un patriotismo infecundo y vano el orientado hacia el pasado; otro, fuerte y activo: el orientado hacia el porvenir. Entre preparar un germen y dorar un esqueleto, ¿quién dudará? – Santiago Ramón y Cajal.
*] Vámonos patria a caminar, yo te acompaño. Yo bajaré los abismos que me digas. Yo beberé tus cálices amargos. Yo me quedaré ciego para que tengas ojos. Yo me quedaré sin voz para que tú cantes. Yo he de morir para que tú no mueras, para que emerja tu rostro flameando al horizonte de cada flor que nazca de mis huesos.- Otto René Castillo
*] Aparento vivir en un sopor permanente para que supongan que ignoro el final… Es mi fin en este mundo y en mi patria, pero no en la memoria de los míos. Ellos siempre me tendrán presente, por la simple razón de que siempre habrá injusticias y regresarán a mi recuerdo todos los tristes desamparados de esta querida tierra. – Eva Perón
*] En mi patria sólo llevo mis versos por capital. – José Zorrilla
*] La verdadera patria del hombre es la infancia. – Rainer Maria Rilke
*] Nada hay tan dulce como la patria y los padres propios, aunque uno tenga en tierra extraña y lejana la mansión más opulenta. – Homero
Independientemente del lugar, cada uno de nosotros se ve obligado al nacer a ligarse a un sitio. Nos adherimos a una sociedad concreta que tiene unas costumbres y reglas determinadas y que nos transmite, en los primeros años de crecimiento, su «manera de hablar» y su cultura. Yo nunca me he desligado de la cultura propia de La Parra de las Vegas, pueblo con un escueto patrimonio, despoblada al máximo, pero sujeta a pensar en el futuro, ámbitos antropológicos de los que he hablado y seguiré desarrollando.
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