Ciencia

MONRA
Adela Muñoz Páez (Publicado en elPeriódico, aquí)
El desarrollo de un pueblo no es completo hasta que no se dota de cultura científica
Tras la presentación de los trabajos durante los dos primeros días, llegó el momento culminante con la ceremonia de entrega de premios, durante la cual las más de 800 personas que llenábamos el teatro municipal de Viladecans escuchamos la lectura de las actas en un silencio casi religioso, roto solo por gritos de júbilo cuando se iban haciendo públicos los nombres de los grupos premiados. Todos tenemos en mente escenas parecidas por haberlas visto 1.000 veces en las ceremonias de entrega de los Oscar o los Goya, pero es muy distinto vivirlas. Y, sobre todo, para mí fue una experiencia nueva sentir la pasión que puede despertar la ciencia, una actividad que yo encuentro fascinante pero que no creí que pudiera emocionar a las masas (800 personas no es todavía una "masa", pero se va acercando).
Aunque los premios han estado muy repartidos entre los concursantes españoles y foráneos, los centros educativos del municipio de Algeciras han arrasado con siete primeros premios y cinco menciones de honor. Esa cosecha de premios se entiende mejor teniendo en cuenta el elevado número de participantes de esa ciudad, que hizo que se encontraran entre los finalistas 16 proyectos, 15 profesores y nueve centros, que fueron despedidos solemnemente por el alcalde de la ciudad antes de viajar a Viladecans.
Sensibilidad de los gobernantes
Las autoridades municipales de Algeciras y de Viladecans están desarrollando otras iniciativas para estimular el interés por la ciencia, lo que ha servido para poner de manifiesto que, cuando hay sensibilidad por parte de los gobernantes, la curiosidad innata de grandes y chicos por entender el mundo que nos rodea da excelentes frutos.
Espero que otros muchos municipios sigan su ejemplo, porque el desarrollo de un pueblo no es completo hasta que no se dota de cultura científica. Para desarrollarla contamos con unos aliados excepcionales: los profesores y profesoras de enseñanza primaria y secundaria que, a pesar de las limitaciones de presupuesto y el a menudo escaso respaldo social, están educando a nuestros hijos y transmitiéndoles, entre otras muchas cosas, su amor por la ciencia. Con su trabajo, con el de los profesores universitarios y el de los divulgadores científicos, y con el apoyo de los responsables políticos, espero que en el futuro la ciencia ocupe en nuestro país el lugar de honor que sus habitantes merecen.
PD: Nuestra obra 'Científicas' recibió el Primer Premio de 'Puesta en escena'
Temas: Educación primaria
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