John.Ruskin un escritor, sociólogo y gran experto en arte inglés, cuyo pensamiento sociológico tuvo una gran influencia en Mahatma Gandhi, dejó escrito este pensamiento sobre aquellos que intentan sacar provecho de la adulación: “A unos esclavos se les compra con dinero; a otros con adulación. La moneda empleada en este tráfico es lo menos importante. La señal distintiva de la esclavitud es tener un precio y venderse por él.”. Todos sabemos, algunos por propia experiencia, lo que cuesta mantenerse fieles a una determinada forma de entender la vida, a unos principios morales y sociales, a una concepción de los que debe ser un Estado y a unas determinadas ideas filosóficas, políticas o religiosas, cuando los vientos de las ideas contrarias, de las corrientes antagónicas predominantes en un país o de las mayorías dirigentes de una nación, te confinan al rincón de los perdedores y, aún así, pretendes mantenerte firme en tus íntimas convicciones, sin dejarte dominar por los estereotipos imperantes; aunque, para ello, en muchas ocasiones tengas que saborear las hieles de la intolerancia, el desprecio, la imposición y la misma humillación.
Es evidente que la postura que, para la mayoría de la gente, es la sensata, la que debe adoptarse ante una situación irreversible y la que resulta o suele resultar más rentable para la mayoría de ciudadanos de un país, es la de aceptar los hechos consumados, plegarse a las tendencias predominantes y doblarse como la caña del saúco para que la ventolera que amenaza su supervivencia, no acabe por quebrarla. Sin embargo, siempre quedan locos que, al estilo del caballero de “la triste figura”, prefieren arrostrar, con esta especie de temeridad insensata que te confiere el tener, firmemente, enraizadas en el corazón aquellas enseñanzas que recibiste de tus mayores y que, juntamente con un hondo sentimiento religioso, te han acompañado a lo largo de las peripecias de la vida.
Así que, cuando uno comienza a percibir que, en España, se empiezan a notar aires de cambio, se van produciendo distintas señales que permiten barruntar la llegada de otros efluvios frescos, capaces de volvernos a insuflar aquellas esperanzas que ya dábamos por marchitadas y se perciben, en el horizonte, cambios políticos, como el que se produjo el 20M, que auguran reformas importantes en la concepción de lo que debe ser un estado moderno, una democracia bien entendida y una concepción de la ética y la moral impregnadas del sentido de espiritualidad y sensatez que, por desgracia, habían permanecido confinados en el destierro al que los habían relegado quienes han basado todo su gobierno en el materialismo, el relativismo, la irreligiosidad , la prepotencia e intolerancia más acérrimas; los profesionales del arribismo, los expertos en el arte de permanecer al lado de quienes ostentan el poder y aquellos que, prescindiendo de sus propias ideas y tendencias, no tienen empacho alguno en descartarlas para situarse siempre al lado del ganador, del que ostenta el mando y del que pueden sacar más provecho material que, en definitiva, es lo que constituye su verdadero objetivo.
Como no podía ocurrir de otra manera, donde se ha empezado a notar la evolución que, a medida que se acerca el 20N, día de las elecciones, ha sido en este colectivo donde es tan difícil poder encontrar la objetividad, la verdadera información sin adjetivos, la imparcialidad y la honestidad; estamos hablando de los medios de comunicación, tanto visuales como hablados o escritos. En este tema deberemos reconocerle al gobierno socialista su habilidad por haber conseguido situar, en todos los frentes de la información, a sus infiltrados; de modo que, al cabo de casi ocho años de gobierno del PSOE, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que más del 80% de la prensa está dominada y controlada por los seguidores de Pablo Iglesias, será, seguramente, porque este señor era tipógrafo de profesión.
Si ya se viene produciendo, en las propias filas del PSOE, una evidente desbandada de cargos en busca de situarse en empleos oficiales que les garanticen la posibilidad de ir cobrando a costa del Estado, ante la previsible llegada de las huestes del PP, y empieza a cundir el pánico entre todos los enchufados del partido y aquellos que se vienen beneficiando de sus relaciones con él, que ven que se les va a acabar el chollo del que han venido disfrutando durante tantos años; cuando ya, algunos de sus más altos cargos, se están garantizando empleos en el extranjero, como nuestra “dilecta” Bibiana Aído, a la que le han proporcionado un lucrativo cargo en una oficina de la ONU que le reportará 6.000 euros mensuales, con la ventaja de que podrá seguir dando suelta a sus instintos depredadores de fetos, al poder seguir esparciendo, por el mundo, su particular concepción del control de la natalidad, utilizando el expeditivo método de provocar el aborto, que ella sigue considerando como “un derecho de toda mujer”; ahora, parece que les toca el turno a algunos de los amigos de los medios de comunicación.
Si la TV1 parece que todavía, será porque no tienen un nuevo presidente, sigue manteniendo una cierta fidelidad al señor Rubalcaba – por la cuenta que les trae – y siguen intentando favorecerle con sus habituales mensajes subliminales, en los que son verdaderos expertos; lo cierto es que, en dos de los más importantes rotativos del país, no sabemos con exactitud por qué motivos; parece que ya se están empezando a mover los peones para situarse de cara al viento del cambio, algo que no les viene de nuevo porque, si hablamos del Grupo Godó, esta política de arrimarse al poder ya les viene de viejo, desde antes de la Guerra Civil, de modo que siempre han sabido estar del lado de quien llevaba la batuta de la situación y da gracia comprobar, sólo consultando las hemerotecas, con qué entusiasmo se manifestaban cuando Franco entró en Barcelona y con qué grandilocuentes frases acogieron la llegada del nuevo régimen. Ahora, todavía con precaución, parece que han dejado de mostrarse tan adictos con el gobierno socialista y al nacionalismo excluyente, para entrar en un stand by a la espera de lo que vaya a suceder en las elecciones del 20N. ¡Muy listos, señor Godó y muy prácticos también, pero, siento tener que decirlo, muy arribistas y muy despreciables!
Otro que tal pinta, el País, el diario de más tirada de España, que ha mantenido una línea ininterrumpida de subordinación al gobierno de Rodríguez Zapatero Se puede decir de este rotativo madrileño que, si queremos ser justos con él, de la necesidad ha tenido que hacer virtud dado que su situación económica ha pasado por baches que han hecho del grupo Prisa, una empresa sumamente inestable y que ha estado pasando por la cuerda floja hasta el punto de que se dice que ya tiene un propietario nuevo, un millonario demócrata de los EE.UU. Sea cual fuere el motivo de su cambio, lo cierto es que, desde hace unos meses, parece que en algunos de sus artículos y comentarios viene dando un viraje muy notable, ya que, de las alabanzas desmedidas y de los apoyos constantes al gobierno de ZP ha pasado a una actitud de evidente rechazo a las consecuencias de los gobiernos socialistas como si, de pronto, se les hubieran abierto las puertas de la evidencia y se hubieran percatado de los pecados capitales que, sus antiguos protegidos, han estado cometiendo durante sus dos legislaturas; que han conseguido, no sin “esfuerzos” , dejar a nuestra nación al borde el abismo de la quiebra soberana, del cual todavía no sabemos si conseguiremos salir sin que, Europa, no tenga la necesidad de tener que echarnos un cable. Sí, señores, ahora ha llegado el momento de enarbolar la bandera de la derecha, ¡pues se enarbola! No tienen vergüenza. O esta es mi opinión.
Miguel Massanet Bosch
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