Resulta verdaderamente lamentable que este país esté gobernado por alguien cuya única virtud, si es que a ello se lo puede calificar así, es saber mentir con una desfachatez rayana en lo inverosímil. Escuchar al señor Rodríguez Zapatero cuando se dirige a los ciudadanos es tener que soportar una especie de suplicio de Tántalo, sólo que, en nuestro caso, en lugar de suspirar por los manjares exquisitos que alivien el hambre y las bebidas que calmen la sed, nos conformamos con que se nos sirva la verdad limpia de aditamentos y malformaciones; que se nos alimente con hechos y realidades y no con ensoñaciones y utopías y, en especial, que se nos considere seres pensantes aptos para raciocinar y no mutantes estúpidos y lelos capaces de tragarse lo que les echen, sin rechistar.
Cuando todos los indicadores económicos nos informan de que España está en el camino de la recesión; si son evidentes los signos de una estanflación y si desde todos los organismos reguladores de los resortes de la economía se nos advierte de que, por el camino que nos conduce ZP, vamos fatalmente camino de la crisis más importante de toda nuestra historia. Lo que se calla ZP es que estamos con una inflación de un 10’7% y que caemos a más velocidad que el resto de Europa. Tampoco se acuerda del gran desplome de la demanda nacional, especialmente en el cosumo de hogares, y otro dato sumamente importante de cara a la recuperación de nuestro tejido industrial y es el claro descenso de nuestras inversiones por primera vez en 12 años. La explicación es que durante el segundo trimestre del 2007 estábamos 1‘4 puntos por encima de la media de la Eurozona y ahora solo crecemos tres décima por encima de ella. La disminución del gasto en consumo final de los hogares ha desacelerado un punto su crecimiento.
Pero hay más. La burocracia, esta pesada carga que tenemos que soportar los españoles que parece ser un insaciable monstruo que parece que nunca tiene suficiente. Resulta que en España, según información del Banco de España, Resulta que las “cargas administrativas” sobre las cuentas de las compañías nacionales superan los 50.000 millones de euros (un 4`6 del PIB). Solamente las empresas griegas, polacas y húngaras nos superan. Pero el Banco de España añade que la descentralización autonómica (junto con la cesión de competencias a la UE) que debía haber reducido las cargas administrativas del Estado; resultando que su actividad regulatoria no ha descendido sino que, este indicado, ha experimentado un incremento sostenido desde los años ochenta cuando comenzó el proceso del traspaso de competencias. Las medidas del Gobierno, como siempre , han llegado tarde y sus efectos no llegarán hasta el 2012.
Por otra parte el Nuevo Plan General de Contabilidad para las Pymes, que entró en vigor, el 1º de Enero pasado, que intenta adaptar la estructura empresarial española a las normas de contabilidad internacional. SE ha calculado que a cada empresa esta adaptación le supondrá un coste añadido de 3.000 a 6.000 euros en reciclaje de personal y actualización de software de gestión. Estos gastos se pueden incrementar si las empresas no pueden acomodar sus sistemas y deban adquirir una nueva licencia. Según el citado informe estos gastos pueden afectar a 3’1 millones de empresas lo que se podría valorar entre los 9.000 y los 12.000 millones de euros.
Es obvio que al señor ZP no le interesa descender a estas “minucias” ni entrar en análisis más detallados de las cuentas públicas y de la situación de las Arcas del Estado, porque sabe positivamente que sus bravatas en cuanto a la situación de los recursos de los que dispone el Estado para atender al pago del incremento de los subsidios de desempleo; pagar las facturas de los famosos 400 euros; las dotaciones para los nacimientos de hijos; las dotaciones para la ley de Dependencia y el resto de promesas ( construcción de VPO etc.), son insuficientes y que las perspectivas de conseguir más son escasas ya que, tanto el IVA como el IRPF, auguran unas recaudaciones muy inferiores a las de los años anteriores por causa de la crisis económica, especialmente en el sector de la construcción. También la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio rebaja en unos 1.800 euros los ingresos estatales.
Resulta sumamente fácil hablar para paletos, fans incondicionales y personas de poca preparación; pero otra cosa es tratar de enredar con palabras huecas, datos incorrectos y utopías irrealizables a la mayoría de la ciudadanía que, a Dios Gracias, ha tenido oportunidad de estudiar y están perfectamente dotados para saber diferenciar un discurso demagógico de una exposición documentada y basada en datos reales. Al parecer la estrategia del PSOE está en conseguir ganar tiempo, para ello se van a convocar elecciones en Galicia. Será un medio, como lo ha sido el dramático accidente aéreo de Barajas, para distraer la atención de los españoles de los problemas que les crea el tener que apretarse el cinturón y el estar temblando por la situación de su empleo. Sin embargo el tiempo en que les valían estos trucos, en los que tenían a una audiencia propicia a tragarse los sapos que les largaban y en que se creían a pies juntillas aquello de que España era inexpugnable a la crisis económica, se están acabando y mucho me temo, que a partir del próximo mes de septiembre, vamos a empezar a vivir acontecimientos que muy bien pueden hacer que las cosas se le compliquen al oportunista de nuestro Presidente del Gobierno. A nosotros, los ciudadanos de a pie, sólo nos tocará esperar a que se produzca el milagro y logremos salir con bien de semejante fregado.
Miguel Massanet Bosch
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