A partir de esos límpidos aires que me han dejado siempre respirar las gentes del pueblo donde nací, he podido estudiar y comprender mejor todo el entorno vivido en las décadas que llevo sobre mis hombros, con ello me sumo también a cuantos creemos que los seres humanos nos autoconstruimos continuamente mediante lo que decimos y lo que hacemos según las situaciones en que nos encontramos. Así que hay una multiplicidad de posibles construcciones, de acuerdo con los contextos cambiantes que habitamos. Verdaderamente no tenemos esencia fija, y la mejor prueba me la ofrece la necesidad de abandonar durante unos días el cálido rutilar de estas tierras castellanas, tomándome unas breves vacaciones.
Mañana salgo con destino a Archena, donde pasaré con mi esposa unos pocos días de reposo y reconstitución.
Hasta la vuelta entonces, en que recobraremos la sabia y equilibrada opinión de Miguel Massanet, de Rosa Díez, de Fernando Savater, de Manuel Martín Ferrand y de tantos y tantos amigos que, con su pluma independiente y sabia nos ayudan a todos a edificar, constatar e incluso saborear esas distintas ideologían que dan santo y seña cotidiano a los Aires de La Parra, a los cientos de lectores que cada día nos acompañan, y especialmente a los queridos alumnos de Ciencia Política, norte principal de este blog.
Juan Andrés Buedo
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