(Publicado en El blog de Rosa Díez, aquí) La verdad es que no tienen el más mínimo pudor. Creen que la justicia ha de estar al servicio de las mayorías políticas que se constituyen cada cuatro años. No creen en la separación de poderes; no aprobarían primero de EGB de democracia. PSOE y PP se reparten los puestos del Constitucional A. D. / L. R. A. - Madrid - 29/07/2008
No habrá problemas entre PSOE y PP para la provisión de las cinco plazas vacantes del Tribunal Constitucional. Los dos partidos propondrán dos nombres cada uno y el quinto será de consenso. De esta manera culminará el acuerdo entre los dos grandes partidos, para la renovación del Consejo General del Poder Judicial y para el Constitucional. Del acuerdo primero participarán también CiU y el PNV, ya que cada uno tendrá un puesto en el órgano de gobierno de los jueces. No así IU, que por primera vez no tendrá en el consejo a un jurista afín o cercano a su posición política. Si nada se tuerce, los órganos quedarán renovados en la segunda quincena de septiembre. De los acuerdos tuvieron ayer conocimiento genérico los portavoces parlamentarios que pasaron por el despacho del presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Además de la situación económica y los Presupuestos, el presidente les informó de la política antiterrorista. La mayoría le recordó que nunca la han utilizado en la lucha partidista". No es mi caso, no estoy entre lo que dicen los periodistas de El País le dijeron la mayoría. Yo le recordé que la división de poderes, la autonomía entre el poder judicial y el poder político, es consustancial con el sistema democrático, tan inseparable del mismo como el sufragio universal. Le dije que esa era la asignatura pendiente de nuestra democracia; que no podemos tener un Supremo y un Constitucional al servicio de los partidos políticos, de su estrategia. Que es una vergüenza que los jueces hablaran en nombre de los que les nombraban, que constituyeran mayorías "progresistas" y/o "conservadoras. Que eso anulaba su función tuteladora de las leyes. Le dije que había que plantear una gran reforma para que esa situación dejara de producirse. Que los ciudadanos tienen derecho a una justicia eficaz e independiente; que poner la justicia a funcionar en relación con la coyuntura y el interés partidario es una perversión de la democracia. Me dijo que mi discurso era fácil, pero que la solución era muy difícil. Le dije que sí, que era difícil; pero que lo que a mí me asustaba es que a ellos les pareciera lo normal repartirse el poder. Me dijo que nadie tiene más legitimidad que aquellos que han sido elegidos por los ciudadanos... No entienden nada. O lo entienden todo; que no sé qué es peor. Poder judicial
El Poder judicial es aquel poder del Estado que, de conformidad al ordenamiento jurídico, es el encargado de administrar justicia en la sociedad, mediante la aplicación de las normas jurídicas, en la resolución de conflictos. Por "Poder", en el sentido de poder público, se entiende a la organización, institución o conjunto de órganos del Estado, que en el caso del Poder Judicial son los órganos judiciales o jurisdiccionales: juzgados y tribunales, que ejercen la potestad jurisdiccional, que suele gozar de imparcialidad y autonomía. Según la teoría clásica de Montesquieu, la división de poderes garantiza la libertad del ciudadano. Montesquieu compuso su teoría después de un viaje a Inglaterra en donde interpretó que un poder judicial independiente puede ser un freno eficaz del poder ejecutivo. Bajo esta separación de poderes, nace el llamado estado de derecho, en el cual los poderes públicos están igualmente sometidos al imperio de la ley. El Poder judicial debe ser independiente para poder someter a los restantes poderes, en especial el ejecutivo, cuando estos contravengan el ordenamiento jurídico. El poder ejecutivo y el legislativo son dos poderes que en ocasiones también se enfrentan, las luchas de poder de los integrantes del legislativo suministran periódicamente a los nuevos integrantes del ejecutivo. Sin embargo el papel arbitral entre ambos requiere de un poder judicial fuerte y respetado como uno de los poderes fundamentales del estado cuya independencia es un valor a preservar porque de ella depende que el sistema no deje de funcionar y la democracia de paso a la tiranía. En algunos países existe también un Tribunal o Corte Constitucional. Sin embargo, la doctrina entiende que no forma parte del poder judicial, sino que es una entidad nueva que se aparta de la doctrina original de Montesquieu. En este caso, el Tribunal Constitucional tiene poderes legislativos negativos, por cuanto puede derogar normas de rango legal contrarias a la Constitución. No sé si mandárselo a ambos dos por carta certificada... |
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