Acaba de llegar a nuestras manos un correo electrónico que, desde la exclamación “¡sin desperdicio!”, apacigua la sensibilidad reconociendo el sentido común. Como posee una frondosidad ideológica muy al día, y dentro esa actualidad catalana enmarañada que tres imprudentes de la política sellaron con el Pacto del Tinell, que ahora quiere ser corroborado con el único que faltó a esa mesa, Artur Mas y CiU, o sea, la burguesía no convidada, sus diversas oquedades nos van a permitir, en solidaridad con Albert Boadella, catalán de sobras conocido y con mucho más “seny” que los políticos de cenagal que sólo piensan en su “bochaca”, que hagamos algún comentario académico, más estudiado y fértil que el de los líderes del nacionalismo –de derechas y de izquierdas- indigesto que ahora mismo domina los cuatro ángulos de las puertas catalanas de la democracia.
Al decir que nuestros aires no son niebla (boira) pretendemos apoyar la salida de esas oscuridades y esa serie de arcanos en el pensamiento de Althusser. En concreto cuando determinó la necesidad de examinar la función estructural de ese sistema de representaciones en el conjunto de la sociedad, y, paralelamente, estudiar la relación de las ideologías con el conocimiento.
Althusser afirma que toda formación social puede ser analíticamente dividida en tres niveles articulados orgánicamente entre sí: el nivel económico, el político y el ideológico. Cada uno de estos niveles es visto como una estructura dotada de materialidad concreta, independiente de la subjetividad de los individuos que participan en ella y de sus configuraciones históricas. Estos tres niveles de los que habla Althusser no son "reales" porque su estatuto no es ontológico sino teórico; tienen el carácter de "construcciones teóricas" que sirven para conceptualizar, a nivel abstracto, los diferentes tipos de relación que entablan los individuos en todas las sociedades históricas. Así, mientras en el nivel económico los individuos son parte de una estructura que les coloca en relaciones de producción, en el nivel político participan de una estructura que los pone en relaciones de clase. En el nivel ideológico, en cambio, los individuos entablan una relación simbólica en la medida en que participan, voluntaria o involuntariamente, de un conjunto de representaciones sobre el mundo, la naturaleza y el orden social ("Práctica teórica" 49).
El nivel ideológico establece así una relación hermenéutica entre los individuos, en tanto que las representaciones a las que estos se adhieren sirven para otorgar sentido a todas sus prácticas económicas, políticas y sociales. Las ideologías cumplen entonces la función de ser "concepciones del mundo" (Weltanschauungen) que penetran en la vida práctica de los hombres y son capaces de animar e inspirar su praxis social. Desde este punto de vista, las ideologías suministran a los hombres un horizonte simbólico para comprender el mundo y una regla de conducta moral para guiar sus prácticas. A través de ellas, los hombres toman conciencia de sus conflictos vitales y luchan por resolverlos. Lo que caracteriza a las ideologías, atendiendo a su función práctica, es que son estructuras asimiladas de una manera inconsciente por los hombres y reproducidas constantemente en la praxis cotidiana. Se puede decir entonces que las ideologías no tienen una función cognoscitiva (como la ciencia) sino una función práctico-social, y en este sentido son irremplazables. "Las sociedades humanas" – escribe Althusser – "secretan la ideología como el elemento y la atmósfera indispensable a su respiración, a su vida histórica" (La revolución 192).
Althusser elabora una teoría general – es decir "ampliada" - de las ideologías en donde estas no aparecen simplemente como deformadoras sino como posibilitadoras de sentido. Ciertamente las ideologías se definen por su capacidad de asegurar la ligazón de los hombres entre sí (el "lazo social"), pero la función de este lazo es mantener a los individuos "fijados" en los roles sociales que el sistema ha definido previamente para ellos. Lo cual significa que las ideologías son mecanismos legitimadores de la dominación y que por tanto no pueden, a partir de sí mismas, generar ningún tipo de verdad. Pero esto no quiere decir que el papel de la ciencia sea reemplazar a la ideología, como pretendía el marxismo ortodoxo. No se trata de que algo "falso" (la ideología) sea sustituido por algo "verdadero" (la ciencia), de tal modo que el conocimiento científico se convierta en garante de la desideologización de la conciencia y de la inevitabilidad de la revolución. Para Althusser, en el terreno de la ideología la verdad y la falsedad no juegan ningún papel, puesto que su función práctica no es generar verdades, sino "efectos de verdad". Las "ilusiones" y las "quimeras" que según Marx produce la ideología no pueden ser "falsificadas" por la ciencia, sencillamente porque la ideología no es asimilable al "error" ni al "engaño". En la ideología, los hombres no expresan su relación real con el mundo, sino la voluntad de relacionarse con el mundo de una manera determinada. Las ideologías son, en última instancia, voluntad de poder. ¡Este es quid! Y desde este motivo, quienes obran como Boadella, merecen en Cataluña bastante más respeto que el alcalde ese de Bellpuig (Lérida) al que se le ve en exceso su afán de comerse el huevo sin servir al pueblo. Vean, si no.
Menos mal que queda alguien con sentido común.
Asunto: Carta de los premios Estel y Boira y respuesta de Albert Boadella.
Todos los años el Ayto. de Bellpuig da los premios Estel y Boira (Estrella y Niebla)
a distintas personas en función de su apoyo o crítica al Catalanismo.
Este año el Ayto. de Bellpuig "premió" (= castigó públicamente) a Albert Boadella por sus ataques al catalanismo dándole el "premio" Boira (=niebla en calalino).
Aquí va primero la carta de notificación del "premio" y detrás la respuesta de Albert Boadella.
No tiene desperdicio !!
AJUNTAMENT DE BELLPUIG
Sr. ALBERT BOADELLA
Av.Països Catalans, 5
08500 VIC
Señor,
Desde el año 1991, el Ayuntamiento de Bellpuig otorga, coincidiendo con los actos programados para celebrar la diada del 11 de septiembre, los PREMIOS ESTEL i BOIRA (Estrella i Niebla).
El PREMI ESTEL se instituyó para destacar un comportamiento, tarea o acción concreta y relevante en la defensa de la identidad catalana. El PREMI BOIRA se otorga en referencia a las acciones o actitudes de omisión que afecten negativamente y de manera continuada la identidad catalana.
Estos premios los votan, anualmente, las entidades y asociaciones de la villa y son ratificados y concedidos por el Ayuntamiento de Bellpuig.
Este año, las entidades sociales, culturales y deportivas lo eligieron a usted como Premio Boira 2006 por su posicionamiento político, de unos años hacia aquí, y por continuas declaraciones como las que hizo el pasado 18 de julio en que destacaba que el nacionalismo catalán es incompatible con la democracia.
Por este motivo, nos place invitarle a recibir este premio el próximo día 10 de septiembre, durante los actos que se realizarán con motivo de la celebración de la Diada Nacional de Catalunya. El galardón se entregará en un acto institucional que se realizará ante el monumento al Milenario de Catalunya situado en Bellpuig.
La recepción de autoridades se realizará ante el Ayuntamiento de Bellpuig a las 12.30 horas y la entrega de los premios Estel i Boira, así como la lectura del manifiesto del Once de septiembre, se realizará a partir de las 13 horas.
Atentamente,
Josep Pont i Sans
Alcalde
Bellpuig, 27 de julio de 2006
NOTA: Se adjunta una breve reseña sobre la historia de los Premis Estel i Boira
Durante estos años, los galardones han sido otorgados a:
AJUNTAMENT DE BELLPUIG
PREMIO ESTEL: Sr. Eliseu Climent (1991), Rvdm.Sr.Antoni Deig (1992), Sr.Marx Cahner (1993), Josep M.Pujals (1994), Sr. Miquel Calzada "Mikimoto" (1995), Sr. Jean Pau Alduy (1996), grupo musical Els Pets (1997), Institut d'Estudis Baix Cinca (1998), Exc. Sr.Marcelino Iglesias (1999), Rvdm. Sr. Cassià Maria Just (2000), Sr. Lluis Arola i Ferrer –URV- (2001) y Universitat Catalana d'estiu de Prada de Conflent (2002), Ecxm.Sr. Juan José Ibarretxe i Markuartu, presidente del Gobierno Vasco (2003), Sr. Joan Laporta, presidente del F.C. Barcelona i Molt Honorable Sr. Jordi Pujol i Soley (2005)
PREMIO BOIRA: Sr.Joan Antoni Samaranch (1991-1992), Sr. Rodríguez Ibarra (1993), Diario ABC (1994), Sr. José María Aznar (1995), Sr. Vidal Cuadras (1996), Cadena Cope (1997), Sra. Esperanza Aguirre (1998), Nunciatura del Vaticano (1999), Director de la Real Academia de la Historia (2000), Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I (2001), Patronato del Archivo de Salamanca (2002), Exc..Sr. Don Manuel Jiménez de Parga y Cabrera, presidente del Tribunal Constitucional (2003), Exc. Sr. Miguel Angel Acebes (2004) y el Consejo Superior de Deportes (2005)
Finalmente cabe destacar que la elaboración y la lectura del Manifiesto del Once de Septiembre en Bellpuig la realizan los ganadores del Premio Estel del año anterior.
********** CARTA DE RESPUESTA DE *************
********** ALBERT BOADELLA *************
Josep Pont i Sans
Alcalde de Bellpuig
Homenatge a la Vellesa, 6
25250 Bellpuig
Vic, 4 de septiembre de 2006
Señor Alcalde de Bellpuig,
Contesto a su carta en la que me comunica que se me otorga el premio "Boira" (Niebla) debido a mi posicionamiento político y a mi crítica del nacionalismo catalán. La forma y el contenido de la carta es el testimonio perfecto de la obscena impunidad política que asola este territorio y la confirmación visible de los motivos por los que el ayuntamiento de Bellpuig me lanza la infamia en forma de premio. Tal y como declaré, queda aún más patente que nacionalismo y democracia se muestran incompatibles.
Debido a la información que me había llegado del periódico Segre, deduje que los premios "Estel i Boira" (estrella y niebla) eran responsabilidad de las entidades privadas de Bellpuig. En éste sentido, tenía la disposición de contestar el menosprecio con un texto humorístico. Pero su carta me revela que el auténtico inductor y creador de tales salivazos al adversario es usted como alcalde de Bellpuig, expresidente de la Diputación de Lerida y diputado del Parlament de Cataluña. Por tanto, dejo de lado el humor porqué es una forma de expresión que en última instancia, demuestra una consideración sobre el grado mental y moral del otro.
Usted no merece esta consideración. Ostentando cargos de gobierno y de representación parlamentaria, utiliza el cobijo de unos premios para denigrar públicamente a cualquier disidente de sus manías. En este caso, un consistorio municipal promueve la degradación democrática, dedicándose a organizar un acto para desacreditar la libre opinión de un ciudadano. En vez de participar al fomento de la tolerancia y la pluralidad de criterios, como es su obligación por los cargos que tiene asignados, se sirve de ellos para incitar a la censura cívica de un artista del país.
Con su eclesiástico invento de "l'estel i la boira", compruebo que utiliza el tiempo (y también mis impuestos) para dividir a los catalanes entre buenos y malos, o señalar enemigos externos. Usted se erige impúdicamente en juez moral de Cataluña, y a través de sus veredictos, induce el odio a instituciones o personas no afines al régimen. Sigue una tradición muy cultivada por los totalitarismos, entre ellos, el que sufrimos los españoles hace treinta años, un régimen nacionalista obsesionado también en este tipo de infecciones sociales. Hoy, afortunadamente, exceptuando su caso, no hallaríamos en España un nivel semejante de vileza institucionalizada y promovida por dirigentes públicos.
Resulta curioso que este tipo de vocacionales de la inquisición, siempre conviven con un trasfondo personal bastante menos escrupuloso que sus filantrópicas exhibiciones. Compruebo que usted tampoco es una excepción sobre la regla. No muestra la misma sensibilidad patriótica a la hora de cargar una cuantiosa deuda a sus conciudadanos españoles a través de la Seguridad Social. Deuda provocada por la empresa Aigües Rocafort de la cual era administrador y accionista. Ni tampoco le tiembla el pulso cuando deja de pagar a los empleados -que se ven obligados a reclamar por el juzgado social- o a la Caixa de Cataluña, la cual también tiene que proceder judicialmente para reclamarle 33.656.256 Pts.
No se inquiete, su comportamiento tampoco trasluce anomalía alguna en el clima actual de Cataluña, incluso es natural. Forma parte de la impostura patriótico-sentimental que en los últimos tiempos impera entre los gobernantes de este territorio.
Sin embargo, ¿quién le ha dado a usted las atribuciones para infamar en público a un ciudadano que cumple escrupulosamente con sus deberes? Desde hace 45 años, dirijo una empresa de 25 trabajadores dedicados al arte. Nunca he dejado de pagar puntualmente a la hacienda pública ni a ningún colaborador. Esta es la principal contribución que en cualquier país puede hacer un ciudadano, sea catalán o sueco. Las otras contribuciones, las del libre pensamiento o las creencias, sólo son materias de escarnio, censura, y persecución institucional en las dictaduras. En este sentido, la única "boira" incívica que constato, es la que pone usted por delante, a fin de disimular su falta de decencia... eso sí, ¡Catalana!
Por tanto, como despedida, quiero decirle sin hostilidad ni ironía, pero con serenidad y también con una íntima satisfacción: váyase concretamente a la mierda, usted, sus premios y la Cataluña que nos pretende imponer.
Albert Boadella
PS. Esta carta es mi respuesta a su "Premio" y espero que sea leída (entera) en el acto de entrega.
¡Força, Albert!, gritan nuestros aires, hoy más catalanes que nunca.
Aires de La Parra
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