Cuenta un querido profesor, Amando de Miguel, que la mano y el lenguaje son dos instrumentos típicamente humanos, no especializados y versátiles, ambiguos y flexibles. Son las mejores herramientas del intelecto precisamente porque sirven para muchas funciones diferentes. Añade, aún más, este sociólogo experto en lengua española, que en nuestra cultura (y en otras muchas) se "habla con las manos", y no solo los sordomudos.
Esto es lo que ha debido dominar a Darío Dolz Fernández, delegado provincial del Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Cuenca, mientras escribía la respuesta a un artículo de El Día de Cuenca” titulado “Arcos de la Sierra teme su inclusión en el futuro parque natural".
La réplica a la información del diario de este pobre cargo, simple cantor de la voz de su amo y, por lo que denota, triste funcionario viviente en un traje que le viene ancho (¡ay si no hubiera tanto dedo!, cuánto ganaría la Administración española), es una sucesión de oraciones sin relación, repleta de unos figurados recursos retóricos que se quedan en incómodos anacolutos. Con unos rasgos lingüísticos que se pretenden expositivos y argumentativos, mientras resulta el pedestre texto político, tan característico de los copetudos segundones del PSOE castellano-manchego: un lenguaje asertivo, connotativo, manipulador, sentencioso, facundo, nada culto y muy declamatorio. Compone un período sintáctico largo, de lenguaje hinchado; en el que muchas de sus locuciones son vulgares eslóganes, con eufemismos mal ajustados y varias metáforas de estructuras apositivas. Todo ello con los correspondientes vocativos e imperativos, que se taladran con algún tipo de figuras para saldarse en el clásico enunciado perseverante, del estilo “Pepiño Blanco”: requerimientos con amaneramiento excesivo, apóstrofes, anáforas, paralelismos, similicadencias, antítesis y retruécanos.
Vemos en ese señor plasmados los mismos defectos que arrullan a su consejero, otro funcionario sin personalidad, al que las carambolas del destino lo han elevado a “subir en el organigrama”, objetivo esencial y casi exclusivo de Martínez Guijarro, el secretario provincial del PSOE de Cuenca. Mientras, abandonados en la transmisión de sus quehaceres informativos a periodistas de poca entidad, sus mensajes nos hacen añorar a aquellos periodistas de auténtica casta, cuyo perito esencial era su sentido común y su conocimiento de la gente y del idioma.
¡Ay si González Ruano o Jaime Campmany levantaran la cabeza! Estos políticos de tres al cuarto, tan comunes hoy en Castilla-La Mancha, por no ser, no son capaces ni siquiera de hablar y escribir con propiedad, entonces, ¿cómo seremos capaces de entendernos? A no ser, claro, que se trate precisamente de eso, de no entendernos. Aquí nos duele a los escritores y los sociólogos, evidentemente, a la doblez de que ese gentío emita su lenguaje sobre todo para confundirnos. Esto da la razón a Amando de Miguel cuando afirma que el lenguaje es un complemento del vestido; sirve para lucirse, para presentarse ante los demás.
Y mientras denunciamos esto, observamos que la Comunicación Institucional pública está obligada a trabajar en la cuerda floja que representa esa delgada línea que separa lo político de lo institucional. Para muchos políticos dar el paso desde el mullido partido político a la dura y a veces incómoda cama que es la institución pública, no debe ser muy gratificante.
Por lo cual, como decía Casimiro López (http://blogs.periodistadigital.com/comunicacioninstitucional.php), a los periodistas de la Administración les da lo mismo de qué color sea el "pijama" con el que duerme el cargo político. No existe un freno a la gestión política que se quiera hacer, sólo se desea que haya coherencia en lo que se quiere hacer.
Al ver a Guijarro y Dolz, lo mismo que a decenas de políticos de toda especie y lugar, hay que borrar esa actitud por la que un cargo político desconfía por naturaleza del personal que dispone, y la de los trabajadores públicos que contemplan al recién llegado desde la óptica de la temporalidad.
El buen descanso es la mejor medicina para llevar la comunicación institucional por el camino de la profesionalidad. Dormir plácidamente en la dura cama de la Administración es sólo una cuestión de saber acomodarse, ser conscientes que esa dureza es sólo pasajera.
Desarrollan estos políticos en propia voz el lenguaje de las canicas, en consonancia con el “Diccionario progresista” abierto por Amando de Miguel, que, como contamos con su permiso, animamos desde nuestros aires a seguir ampliando:
· Violencia:Terrorismo
· Activista: Terrorista
· Preso político: Terrorista en la cárcel
· Refugiado político: Etarra refugiado en Cuba
· Nacionalismo: Separatismo
· Okupa: Allanador de morada
· Alternativo: Malo (ej.: "cine alternativo", "música alternativa")
· Hacer graffitis: Guarrear paredes
· Un hábil político: Un vulgar chantajista
· Criminalizar: Acusar
· Estepaís: España
· Necesita mejorar: Suspenso
· Federalismo asimétrico: Insolidaridad ante las desigualdades sociales
· España plural: Batiburrillo de ideas
· Trabajadoras del amor: Putas
· Cambiar de gestor: Confiscar
Aires de La Parra
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