Un modo sencillo de saber qué es eso de la “brecha digital” consiste en acudir a la enciclopedia libre Wikipedia, que la califica como una cuestión de alcance político y social que hace referencia a la diferencia socioeconómica entre distintas comunidades que tienen Internet y las que no. Al mismo tiempo, el término también hace referencia a las diferencias que hay entre grupos según su capacidad para utilizar las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) de forma eficaz, debido a los distintos niveles de alfabetización y capacidad tecnológica. E igualmente hace referencia a las diferencias entre los grupos que tienen acceso a contenidos digitales de calidad y los que no.
El término procede del inglés "digital divide", utilizado por la Administración Clinton para hacer referencia a la fractura que podía producirse en los Estados Unidos, entre "conectados" y "no conectados", si no se superaban mediante inversiones públicas en infraestructuras y ayudas a la educación, las serias diferencias entre territorios, razas y etnias, clases y género. De ahí que algunos autores prefieran, en español, el término "fractura digital", por ser mucho más expresivo sobre lo que realmente significa. La traducción a otras lenguas latinas, como el francés, también ha optado por el término de "fractura". No obstante, la mayoría de los autores hispanos se decanta por el de "brecha", más suave y políticamente correcto.
Otros autores extienden el alcance de la Brecha Digital para explicarla también en función de lo que es denominado analfabetismo digital, consistente en la escasa habilidad o competencia de una gran mayoría de miembros de las generaciones nacidas antes de los años sesenta que no han aprendido a manejar las herramientas tecnológicas de computación y por ende es muy limitado también su acceso a los servicios de internet.
La II Cumbre Mundial de Ciudades y Autoridades Locales sobre la Sociedad de la Información finalizó el pasado día 11 de noviembre con la aprobación de la “Declaración de Bilbao”, un documento político en el que los participantes establecen un decálogo de principios y valores, detallan sus compromisos y solicitan a los estados, las empresas privadas y las instituciones financieras su colaboración para evitar la “brecha digital”. Marcel Boisard, vicesecretario general de las Naciones Unidas y director del Instituto para la formación y la investigación UNITAR, ha señalado que la reunión celebrada en la capital vizcaína ha supuesto “una nueva oportunidad de las autoridades locales para hacerse escuchar a escala global, y esto supone algo completamente nuevo en las relaciones internacionales”.
Boisard calificó como “movimiento innovador” el surgimiento de una agrupación que aúne a las administraciones más próximas a la ciudadanía, y añadió que esta corriente va a tener su reflejo en la Cumbre mundial de Jefes de Estado sobre la Sociedad de la Información, a celebrar en Túnez la semana siguiente al evento anterior. El lehendakari del Gobierno Vasco, Juan José Ibarretxe, acudió a esta cita como portavoz de las autoridades locales y regionales de todo el mundo para entregar la “Declaración de Bilbao” al secretario general de la ONU, Kofi Annan.
El alcalde de la capital vizcaína, Iñaki Azkuna, fue el encargado de leer la “Declaración de Bilbao”, que entre otros aspectos proclama la libertad de comunicar y el acceso universal a la información y al conocimiento como derechos fundamentales. El documento también proclama que el desarrollo de la Sociedad de la Información debe beneficiar a toda la población sin exclusiones y evitar la “brecha digital”, promover la descentralización democrática, respetar la diversidad cultural, promover el diálogo entre civilizaciones y contribuir al pluralismo informativo.
Azkuna, que se felicitó por el hecho de que Bilbao haya acogido esta Cumbre, expresó su esperanza de que un acontecimiento como éste “sirva para que todos seamos más conscientes de lo que supone la Sociedad de la Información”. El alcalde también realizó un llamamiento de gran importancia: la puesta en marcha de “un esfuerzo enorme de solidaridad digital con los países del Sur de cara a evitar un mundo donde los ricos sean cada día más ricos y los pobre cada día más pobres”.
A su vez, el viceconsejero de Industria del Gobierno Vasco, José Ignacio Zudaire, comentó que el encuentro de Bilbao, junto con el de Túnez, suponen la culminación de un proceso de tres años, en el que las autoridades locales y regionales han asumido el reto de convertirse por primera vez en agentes de un proceso que se desarrolla a escala mundial. “Hemos respondido a ese reto y hemos aprovechado esa oportunidad por medio de la colaboración de más de 4.000 autoridades locales en este proceso”, subrayó el representante del Gobierno Vasco.
Juan José Duque, vicepresidente ejecutivo de la Cumbre de Bilbao, ofreció por su parte un balance de la Cumbre, que ha contado con 2.100 participantes, entre los que ha destacado la presencia de una nutrida representación de países africanos, en especial de Nigeria y Senegal. Como portavoz de la organización, destacó que “las Naciones Unidas pusieron en marcha todo este proceso, que ha supuesto un compromiso sin precedentes para autoridades locales y regionales de todo el mundo, y entre todos hemos hecho un esfuerzo por unificar nuestra voz, y finalmente hemos demostrado haber sido capaces de responder a ese reto”.
Desde nuestros aires también creemos esto y, por el mismo motivo, nos vemos impulsados a retener y dar cuenta explícita –aunque pueden verse comentarios al respecto en muchas otras fuentes, acudiendo a http://www.it4all-bilbao.org/ quien desee ampliar su conocimiento al respecto- de tan importante cumbre.
La “Declaración de Bilbao”
La declaración política de la “II Cumbre Mundial de Ciudades y Autoridades Locales sobre la Sociedad de la Información”, que se ha dado a conocer como la “Declaración de Bilbao”, es el documento de síntesis surgido después de tres días de intenso trabajo en la capital vizcaína. Consta de un preámbulo, un decálogo de principios y valores, un capítulo de compromisos a escala local y global, y un apartado de solicitudes a los estados, al sector privado y empresas de tecnología, a las instituciones financieras internacionales y a la Cumbre Mundial de Túnez a celebrar la próxima semana en la capital norteafricana.
En el Decálogo de la Declaración se proclama el derecho universal a emitir y a recibir información, y se subraya el papel de las Nuevas Tecnologías en la promoción de los derechos humanos, la democracia, la descentralización, el respeto a la diversidad, la participación ciudadana, así como su incidencia en la reducción de las desigualdades y la discriminación, en el fomento de la cooperación y en el desarrollo de la solidaridad Norte-Sur.
Los representantes de los poderes locales y regionales presentes en Bilbao se comprometen asimismo a utilizar las Tecnologías de la Información como instrumento del desarrollo sostenible; a implementar “agendas digitales locales” que promuevan el desarrollo de la Sociedad de la Información en el entorno más próximo a la ciudadanía; a promover el uso del software libre; a propiciar programas de cooperación entre ciudades y regiones para salvar la “brecha digital”; o a poner en marcha un Fondo de Solidaridad Digital, entre otras medidas.
Finalmente, los firmantes de la “Declaración de Bilbao” solicitan a los estados y a la comunidad internacional que reconozca el papel de los gobiernos locales en el desarrollo de la Sociedad de la Información, y que los apoyen para obtener mejor acceso en áreas como escuelas o instituciones sanitarias. Al sector privado se le requiere para que coopere con los poderes locales y realice inversiones para un acceso universal a Internet, incluyendo las áreas consideradas “no rentables”, y a las instituciones financieras se les pide que respalden con fondos la extensión a toda la ciudadanía de las Nuevas Tecnologías. Finalmente, las autoridades locales y regionales reunidas en la capital vizcaína solicitan a la Cumbre de Túnez que establezca la “Declaración de Bilbao” como su documento oficial, y para que adopte igualmente el Plan de Acción aprobado en su plenario.
Aires de La Parra
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