El uso de determinados modismos suele ser bastante común entre la clase política que, sin formación en esta ciencia, ha ido curtiendo sus respectivas carreras entre arrumacos, peloteos, mentiras y mala conciencia. François Lyotard nos prevenía contra este tipo de personajes, para lo que aconsejaba analizar sus mensajes, de manera que no se creyese nunca en sus promesas banales y demagógicas, al estar fuera corrientemente de los valores básicos de la cultura universal de nuestros días; tales como: la verdad para el conocimiento, la justicia para la política, el bienestar para la ética y la belleza para la estética.
Esta prevención va siendo paulatinamente desenrollada –cada día más- en los Aires de La Parra, al ser un defecto que observa en exceso entre los políticos de precaria reputación que circulan por el espacio regional del cinturón castellano-manchego, hasta el punto de permitir que la finca “captada” por Pepe Bono hace muchísimos años sea incapaz de renovarse con el ímpetu y el dinamismo que requieren la fuerza de los tiempos. De esto es culpable principalmente el Partido Popular, que no sabe –o no quiere, por no quitar de sus puestos a los acomplejados e iletrados líderes con los que continúa yendo a la zaga del socialismo conservador y poco efectivo practicado por el PSOE en estas tierras- cambiar las personas, los programas ni fabricar la estrategia útil para traer nuevos vientos a Castilla-La Mancha. Y no se crea que esto último es difícil, pues podría ponerse inmediatamente en marcha dedicando tiempo y medios para demostrar que la Administración de la Junta de Comunidades y de sus Diputaciones Provinciales es la más lenta e ineficaz, la peor dotada y menos moderna de cuantas existen hoy en España. Es una Administración que, lejos de estar sirviendo al ciudadano efectiva y eficientemente, está trazada para cumplir con el objetivo directo de perpetuar al partido dominante en el poder. Así salen los nombramientos que fluyen, con unas designaciones vergonzosas y carentes en sus miembros de la formación y la experiencia convenientes para ofrecer unos servicios mucho mejores, que, a parte de viables, se le hacen al ciudadano imprescindibles.
Mientras tanto, el PSOE por aquí desarrolla un pensamiento social endeble y contradictorio, desinteresado en poner soluciones a este fenómeno, antes al contrario. Lo peor es que los medios de comunicación comprados a base de la ayuda (directa o indirecta) económica sólo saben difundir una opinión tergiversada de la realidad y, más aún, pregonar sin crítica alguna los mensajes publicitarios de esa masa de políticos de la caverna, vetustos y anacrónicos, aunque por la edad puedan parecer en ocasiones otra cosa. Esa prensa, radio o televisión en el instante de juzgar la actualidad necesita desprenderse del elogio embustero y presentar los hechos neutralmente, y, cuando se vean circunstancias reprochables, censurar a las personas y su respectivo quehacer según demande la deontología periodística en su fuero interno.
Debe denunciarse, por ejemplo, la acción de gobierno (deteriorado y confuso, enmarcado simplemente en la búsqueda del voto fácil y del caramelo barato) de la Consejería redenominada de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, cuyo titular parece haber apostado ahora -después de haberlo leído en algunos mensajes acusatorios remitidos por el editor de nuestros aires- por la sostenibilidad. Y este señor, junto a sus cuatro asistentes, ni sabe ni entiende todos los compuestos del Paradigma "Desarrollo Sostenible". A él le han dado los administrativos de sus precedentes en el cargo los “indicadores” de la Agenda 21 y le han dicho ¡suéltalo!, y con esto se cree que cumple o convence. Quizá lo logre con los habituados a vender el voto, pero no con la clase media bien informada. Y ésta es la que deben ganarse los populares para alcanzar el gobierno regional.
El mensaje de estos últimos ha de cambiar radicalmente y orientarse a la captación de la juventud, que, en estos instantes, lo mismo que está sucediendo en toda Europa, casi diría que en todo el planeta, reclama otro “humanismo”, en el que destacan elementos tales como el rescate de las normas morales y la ética, la Libertad, la Democracia, y los Derechos Humanos, recordando que los responsables de los cambios "positivos y negativos" que tiene el entorno, social y natural, es responsabilidad de la propia sociedad que en él convive. En este proceso se demarcan los objetivos de ese nuevo paradigma, entre los que figura como uno de sus principales el generar un cambio positivo en el comportamiento de los grupos humanos. Por esto, debe aceptarse que una parte destacada de la función como miembros de un grupo social es la transmisión de estas corrientes a las nuevas generaciones, teniendo en cuenta que la mejor enseñanza es el ejemplo.
Por el conjunto de motivos señalados, entendemos que es muy importante recobrar en la acción de gobierno una herramienta de carácter filosófico: la Axiología. Viene a definirse ésta como la parte de la Filosofía que estudia los valores, especialmente morales. Esta, divide a los Valores en sociales, denominados "ética"; e individuales, englobados en la "moral". En ambos casos los valores principales se aplican de manera directa; pero, además, se debe aceptar que si un valor no se aplica en lo individual, no se ejercerá hacia los demás miembros de la sociedad.
En síntesis, decía la profesora María del Carmen Macias que la moral es un elemento que se asocia a las creencias religiosas, y en muchos casos a esta parte de la educación "espiritual" es a la que se deja como responsabilidad de otros, porque para muchos es cosa de curas, padres, pastores o cualquier otra entidad similar, cuando la "moral", debe emanar del núcleo familiar, en principio, y posteriormente, del resto de los elementos formadores de individuos (profesores, guías espirituales, etc.). La ética, por otro lado, es algo que muchos creen solo se debe aplicar en cuanto a la profesión que se desempeña, pero la filosofía marca que el comportamiento "ético" debe darse en cualquier actividad que se desempeñe. Y en la vida pública, entre la clase política, ha de prevalecer por encima de otras atenciones.
Resumiendo mucho nuestro mensaje, podemos centrar éste en el objeto de la Axiología, que es muy amplio, por otro lado, ya que es parte de nuestra vida diaria, pues el orden y aplicación de los valores varían en consonancia con cada sociedad, grupo y hasta individuo, lo que conlleva a una discusión constante de los mismos. Esta establece características y núcleos axiológicos o valores derivados. Así, se puede hablar de virtudes éticas aceptadas desde la antigüedad y los valores que de ellas se han derivado.
Existen muchas mas percepciones, pero la mayoría de los autores coinciden en que los valores tienen dos características básicas: Su origen humano, y su naturaleza abstracta, lo primero se percibe en la herencia cultural de cada sociedad, pues es donde se encuentran insertados; lo segundo manifiesta se existencia ideal.
Los especialistas en esta materia entienden que el conjunto de valores se puede definir propiamente como una guía de conducta. En el momento de la práctica concreta, los valores deben ser para los individuos un vehículo eficaz para establecer relaciones humanas satisfactorias, tanto en lo personal, como para el grupo social perteneciente; además, le permiten establecer juicios y preferencias con relación a su comportamiento, actos, creaciones estéticas y científicas, entre otros. Esto nos lleva entonces a aceptar a Raths (cfr. su obra El sentido de los valores y la enseñanza. Ed. Hispanoamericana. México, 1967) quien define la función de los valores como “guía de lo correcto o deseable y merecedor de la atención y esfuerzo".
El Bienestar Social ha ido materializando los factores de satisfacción humana, dejando un poco de lado la parte de formación y crecimiento interno de los seres humanos. No es hasta finales de los años ochenta del siglo pasado cuando comienza una preocupación por la situación del medio ambiente humano, entendido no solo como la alteración de los fenómenos naturales, sino también la problemática social (aumento de población con adicciones, delincuencia, dictadura, represiones, y enfermedades mentales, entre otros). Es así como el concepto de Desarrollo se enriquece y se transforma en Desarrollo Sostenible entendido como la aplicación de nuevas formas y técnicas de explotación de los recursos, para satisfacer las necesidades sociales de manera racional, respetando los ciclos de la naturaleza, y teniendo en cuenta que esas necesidades son: alimentación, vivienda, vestido, recreación, descanso y seguridad social. Viene a abarcarse como todo aquello que permita un vivir ejerciendo la libertad, obtener los beneficios que los derechos humanos dan al individuo (decidir religión, tendencia política, profesión, etc.), una vida tranquila y sana. Así, su medida de base se transforma alrededor del concepto de Calidad de Vida.
Esta idea comprende un proceso económico que debe estar unido en todo instante al Humanismo, donde lo más importante es precisamente el desarrollo integral del hombre, por lo que Calidad de Vida es un termino que abarca la satisfacción de las necesidades materiales de la sociedad, al igual que las no materiales, como esparcimiento, recreación, descanso, tranquilidad y seguridad, entre muchos otros.
Para lograr esto, concluyó la profesora María del Carmen Macias que las sociedades deben ejercer principios tales como Democracia, Libertad e Igualdad, pero para que estas sean realmente practicadas no puede olvidarse que están sustentadas en valores como Respeto, Responsabilidad y Honestidad.
Aires de La Parra
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