En el noventa por ciento de las ocasiones que veo, oigo o leo las notas de prensa o las declaraciones de las autoridades administrativas, los portavoces políticos o los representantes públicos elegidos en listas del Partido Popular de Castilla-La Mancha, observo rasgos anacrónicos, extemporáneos y fuera de lugar, repletos de un déficit inaceptable de comunicación política. Máxime cuando los bien llamados "periodistas ciudadanos" favorecen la verdad, la apertura y la transparencia informativa de gobiernos y entidades.
Deberían ser conscientes los antedichos miembros del tropel al servicio de la secretaria general de su partido, al tiempo que presidenta de la Comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, que los ciudadanos llevan ya unos cuantos años organizándose y pasan de ser una masa anónima a constituirse en«multitudes Inteligentes», una forma de organización social que nace gracias a las nuevas tecnologías y que, según Howard Rheingold, es un indicador de la evolución de las tecnologías de la comunicación, las cuales otorgan un mayor poder a las personas. De ahí que en cada ocasión –por docenas, ya digo- que dan a los medios de comunicación títulos tan caricaturescos como: "PP tiene claro que Cospedal y Casero `están haciendo un esfuerzo enorme´ para apoyar el comercio exterior", "PP afirma que Cospedal está trabajando _concienzudamente_ y va a _resolver…", o ha resuelto, asuntos como los del agua, paro, déficit público, etcétera, etc., genere en los denominados "reportwiteros", en los habitantes de"Facebooklandia" y del resto de las redes sociales una alergia política y enervante en su instinto de comunicación democrática.
Molesta inferir que para los populares "ella y solo ella" (la Cospedal) trabaja por, para,…, sin, so, sobre, tras… la mejora de la calidad de vida, de la política, la economía, o la sociedad de los ciudadanos de esta región. Menudo chascarrillo, ¿verdad?, porque ni es cierto, ni mucho menos las vías que construye en esas áreas son las únicas, ni las mejores. Basta con ver la problemática de la representación democrática y observar el denostado Pleno de las Cortes del pasado 23 de julio, que dio luz verde a lareforma del Estatuto de Autonomía que rebaja el número de parlamentarios en Castilla-La Mancha, de una horquilla de 47 a 53 diputados a un intervalo de 25 a 35. La proposición de ley fue aprobada gracias a los votos del grupo popular y después debe enviarse a las Cortes Generales para ser aprobada definitivamente. No es de extrañar que el grupo socialista abandonase el pleno para no participar en la votación, y cuando regresaron para elegir al representante que defenderá la postura del PSOE en el último debate.
Los enunciados de "gracias a Cospedal…", "Cospedal ha conseguido…", "se ha logrado por Cospedal (o alguno de sus consejeros)…" y similares, están todos faltos de coherencia. Y ésta engloba uno de los siete principios del buen comunicador, que, como explicaba José Manuel Velasco, enseña al profesional de la comunicación la búsqueda de la coherencia entre lo que la organización proclama y lo que realmente hace.
La Internacional Association of Business Communicators (IABC), integrada en la Global Alliance for Public Relations and Communication Management, organizó en el pasado World Public Relations Forum, celebrado a finales de noviembre de 2012 en Melbourne, un taller para avanzar en la definición de losprincipios que deben inspirar el trabajo de los profesionales de la comunicación, y a los seis principios o actitudes claves (análisis, contexto, estrategia, consistencia, implicación y ética) para entender el ejercicio profesional del comunicador en un escenario global y muy competitivo, pero al mismo tiempo con unas grandes necesidades de cohesión social, Velasco añadió el séptimo: la coherencia.
Por este conjunto de motivos, cualquiera de las voces del PP que surja como actor en el papel de portavoz natural, ha de defender ante todo la transparencia, el derecho a la información y la verdad. Por eso, más que restringir la acción política a su escueta dama y próximos, ha de procurar que los mensajes que transmiten todos los estamentos de la organización del partido constreñido de la derecha española (el centro sólo lo encarna UPyD) sean coherentes con los valores corporativos y sean construidos con una vocación estructural. En esa línea, el PP tiene siempre que facilitar a los grupos de interés la información necesaria (función de reporting) para que puedan evaluar los resultados y las conductas de su entidad.
Esa misma evaluación pone en evidencia siempre la vidriosa e inconsistente opinión política del Partido Popular en muchos temas, y todavía más en Castilla-La Mancha. Así lo demostró un importante documento, el informe "La situación social y los profesionales de los Servicios Sociales en Castilla-La Mancha", elaborado por un grupo de profesionales de los Servicios Sociales vinculados al Colegio Oficial de Trabajo Social, al Colegio Oficial de Ciencias Políticas y Sociología y a Entidades Sociales de Castilla-La Mancha, que vienen promoviendo un espacio de reflexión y análisis sobre la situación social de nuestra Región, al observar la grave incidencia sobre las personas y familias de Castilla-La Mancha de la crisis y el momento crítico de los Servicios Sociales, considerando la importancia de la adecuada indagación de la realidad social para poder transformarla.
Entienden, frente a la creencia marginadora de Cospedal, Echániz y demás allegados del PP, que es a los profesionales de la intervención social a quienes les corresponde no sólo dar una llamada de atención sobre la dramática situación en la que viven muchas personas y colectivos, así como denunciar la falta y la reducción de recursos para afrontar estas situaciones; sino que se hallan en el deber de proponer las medidas necesarias para hacer frente a estas situaciones. Y, contra la política social aplicada en Castilla-La Mancha por Dolores de Cospedal y su gobierno autonómico desde que subieron al poder, considera el citado documento que es necesario establecer un planteamiento técnico y profesional que haga frente a los problemas estructurales y a los efectos sociales de la crisis económica, así como exigir su participación en un proceso de adaptación de los servicios sociales a las nuevas realidades con criterios de eficacia y eficiencia, evitando la destrucción de servicios, la reducción de recursos humanos y la desprotección a las persona y colectivos con mayores dificultades para desarrollar una vida con autonomía, con dignidad e integrada en la sociedad.
La situación vigente supone un retroceso de muchos años en el bienestar social de los castellano-manchegos a consecuencia de la política neoliberal del PP, con una multitud de causas acentuadoras por ella, donde intervienen factores socio-económicos (falta de ingresos mínimos, pobreza), laborales (desempleo, precariedad), educativos (fracaso escolar), adicción a sustancias y al alcohol (drogodependientes), situaciones de enfermedad o salud (personas con discapacidad o en situación de dependencia), discriminación de género (mujeres maltratadas), la edad (situaciones de abandono y pobreza infantil, jóvenes en desempleo o personas mayores y pensionistas) geográficos (inmigración, abandono rural), étnicos o raciales (gitanos y otras etnias), de alojamiento (Infravivienda, desahucios, "sin techo"), o culturales (excluidos).
Estas y otras situaciones se dan en las sociedades occidentales desarrolladas y llevan tiempo conviviendo en un mundo de abundancia, donde, al mismo tiempo, se despilfarran alimentos y donde existen una gran cantidad de productos y servicios mal distribuidos que generan una nueva estratificación social caracterizada por la dualidad en la cual las distancias entre ricos pobres son cada vez mayores y, como señala el premio Nobel de economía Joseph E. Stiglitz: "el 1% de la población tiene lo que el 99% necesita".
Sin embargo, contra los adulterados comunicados y las engañosas notas de prensa del PP y del Gobierno autonómico de Cospedal, sus medidas políticas y económicas (basta repasar el nefandoaustericidio de los populares), según afirma el citado informe, vienen siendo contraproducentes para resolver los problemas de las personas con mayores necesidades económicas y sociales, porque ante una crisis que está generando más situaciones de pobreza y de exclusión social, una parte importante de las actuaciones se han centrado en los recortes en los servicios sociales, en la educación y en la sanidad; complicando, aún más, la situación de las personas y colectivos más vulnerables. De ahí que denuncie el reiterado documento "los efectos de estas políticas y que éstos no se hayan tenido en cuenta, no sólo en términos humanos, sino también en términos económicos, porque nos debemos plantear el dilema ético de cuánto cuesta una vida o la dignidad de una persona, pero también es necesario plantearse en términos de coste económico ¿cuánto cuesta rehabilitar socialmente a una persona? O, lo que es aún peor, ¿cuánto cuesta abandonarla a su propia desgracia o a su suerte?"
El sociólogo Joan Navarro, para resolver estos déficits e insuficiencias de los partidos tradicionales –como PP o PSOE-, demandaba mejores partidos para salir de la crisis, básicamente porque "se han transformado en coaliciones de cargos electos que no utilizan los talentos a su alcance". Y, sigue diciendo ese notable consultor (vicepresidente de asuntos públicos de Llorente&Cuenca), lo que necesitamos para salir de la crisis no es menos política, sino mejor política y mejores partidos. "Para lograrlo", afirma Navarro, "debemos reformar por ley su funcionamiento. El funcionamiento interno de los partidos no es un asunto privado, sino de calidad democrática como exige la Constitución sin que, en 35 años de democracia, ninguna Administración, incluida la de justicia, haya velado por su cumplimiento. Ni siquiera el uso de los fondos con los que los partidos se nutren, mayoritariamente públicos, ha estado sometido a inspección independiente alguna, haciendo posible los episodios de corrupción más vergonzantes".
Una calidad democrática a la que no ayuda la pésima comunicación política de Cospedal y los suyos en Castilla-La Mancha. Entonces, ¡renuévense! Y en el área de comunicación política con toda urgencia, porque a parte de abandonar con ello el ridículo y la mentira, harían un gran favor a la ciudadanía castellano-manchega, necesitada de innovación en la información saltada desde el PP, transformando sus formas de organización y abriendo sus puertas con toda lealtad y materialidad ética a la ciudadanía, como requiere la IABC.
Juan Andrés Buedo