Título del libro:
Estrategias de emprendimiento para el desarrollo de Castilla-La Mancha
Nuevas actividades económicas de generación de empleo en la región
Editorial Académica Española (2012-06-10)
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Precio 49.00 €
Cantidad: 
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ISBN-13:
978-3-659-01747-6
ISBN-10:
3659017477
EAN:
9783659017476
Idioma del libro:
Notas y citas / Texto breve:
La obra se centra en el examen de los recursos disponibles por las Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha para impulsar el emprendimiento, entendido no solo como la capacidad para iniciar nuevas actividades económicas de generación de empleo y crecimiento social en esta región, sino también como valor social que debe promoverse y ampararse desde todos los poderes públicos. El propósito esencial del ensayo es divulgar entre los alumnos de la Universidad de Castilla-La Mancha el espíritu emprendedor, que está recogido a nivel europeo en la iniciativa política patrocinada por la Comisión Europea en junio de 2008, denominada "Small Business Act for Europe", ayudando a expandir entre los alumnos una cultura no solo en defensa de la figura del emprendedor, sino promover y fomentar también su surgimiento, de manera que el esfuerzo y la capacidad de superación ante la dificultad de los retos, sean alentados y valorados.
Editorial:
Editorial Académica Española
Sitio web:
https://www.eae-publishing.com/
Por (autor):
Juan Andrés Buedo García
Número de páginas:
140
Publicado en:
2012-06-10
Stock:
En stock
Categoría:
Política y economía
Precio:
49.00 €
Palabras clave:
desarrollo, Economía, Castilla, La Mancha, emprendimiento, Economia, Económia
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INTRODUCCIÓN
La disciplina politológica en España, guiada de una cierta propensión a no seguir las modas, en la década de los noventa del pasado siglo ha dejado de atribuir a la política y los poderes locales un carácter residual en el panorama de la producción científica, tal como demuestra la revitalización de empresas e iniciativas intelectuales que, desde aquélla, se encargan de desentrañar la compleja realidad de los gobiernos locales, a partir de su tratamiento autónomo y sistemático. Entre las mismas destaca, por su novedad y rigor académico, la obra Gobiernos Locales y Políticas Públicas. Bienestar social, promoción económica y territorio, cuya coordinación
corrió a cargo de los profesores del
Departamento de Ciencia Política de la
Universitat Autònoma de Barcelona
(UAB), Quim Brugué y Ricard Gomà. Publicada en 1998 por la Editorial Ariel, esta obra, junto al libro El sistema político local: un nuevo escenario de gobierno, coordinado por los profesores Carlos Alba y Francisco J. Vanaclocha (Universidad Carlos III de Madrid), exponen diversos proyectos de renovación de los modos de hacer política en nuestro país y de legitimarlos democráticamente. Son un conjunto de aspectos que reconocen en los actores de base local un protagonismo de primer orden. Asimismo constituyen una interesante y exhaustiva aproximación a los gobiernos locales a partir de los modelos del policy analysis, que renueva el interés por unas investigaciones complicadas por el énfasis en el estudio de las estructuras de poder y élites locales, y son una referencia bibliográfica inexcusable para todos aquellos estudiosos de los gobiernos locales desde su espacio politológico.
Ambos trabajos dan cuenta de la recuperación de la llamada "dimensión gubernamental" por parte de la esfera local, advirtiendo su importancia real. Una trascendencia cuyo provecho he comunicado en numerosos capítulos de los estudios más recientes que he desarrollado alrededor de la Comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, con una contraste empírico asentado especialmente en las políticas de carácter territorial, que, como tendremos ocasión de ver en este ensayo, son un reto para la renovación rural y el desarrollo económico de
esta región española.
Así ha venido a corroborarse en la demanda de un esquema prestacional coherente con el nuevo modelo de organización administrativa y un proyecto ineludible de cambio social. Nuestras autoridades, frente a los viejos modelos burocráticos que llevan implantando en las dos décadas y media últimas, han de repromover e instaurar un nuevo y particular ámbito de promoción económica, reflejado en diversas opciones político-ideológicas, que se diferencian siempre en función de la preeminencia de instrumentos de carácter mercantil, público o comunitario, a partir de un conjunto heterogéneo de preferencias y ventajas concedidas a estos efectos.
La postburocracización de los servicios municipales exige incorporar el utillaje del pensamiento estratégico (identificación de los agentes críticos, liderazgo organizativo, roles anticipativos y planificación medio y largoplacista, entre otros muchos), pero también fomentar las actitudes relacionales por cuanto, como señaló Vallés al comienzo de la obra dirigida por Brugué y Gomà, los gobiernos locales al formar parte del "entramado de la sociedad red" subvierten "(...) las tradicionales jerarquías estructuradas sobre la preeminencia del Estado-nación". De acuerdo con estos tres especialistas en Ciencia Política y de la Administración, estimo que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha de poner en marcha un modelo de integración de políticas que, desde el simétrico análisis empírico, disponga una propuesta voluntarista con base en la realidad. En este sentido, mi consejo es el del esquema triangular de Xurigué, como ya hice años atrás para el caso específico de Cuenca. Es decir, un positivo y eficiente reflejo de las interacciones mutuas entre las políticas sectoriales exploradas en el recorrido sociológico y económico que he librado durante 2011, con aportaciones particulares y los tres objetivos interactivos, resultados de los compromisos asumidos desde la lógica de la 'integración sinérgica' a partir de los escritos de J. Xurigué, que son los siguientes:
la integración económica de las relaciones sociales,
la integración territorial de
las relaciones económicas y, por último,
la integración social de las relaciones
territoriales.
Situados en el año 2012, la combinación de reforma del Estado y la globalización acentúa una nueva dinámica en los gobiernos locales, dotándolos con mayores competencias y con análogos recursos, pero, a la vez, con una mayor evaluación por parte de la sociedad. La cuestión que se plantea es en qué medida estas innovaciones son una adecuación a la óptima articulación, descarga de tareas y responsabilidades del Estado nacional y autonómico hacia las provincias y los municipios, con una competente descentralización y una mayor participación de los ciudadanos a través de las gestiones locales.
La desburocratización y los requerimientos de eficacia y eficiencia, como hemos visto, vienen orientando el desarrollo local y el planeamiento estratégico con una mayor ingerencia municipal en la política social. Esto lleva consigo el que las ciudades pasan a ser centro de decisiones y estrategias propias, deslizando el proyecto nacional o autonómico al local. Esto llega a identificar proyectos en lo más micro y cercano, donde la ciudad se conecta al instante desde lo local con lo global.
En este nuevo escenario de "localismo cosmopolita" se articulan al mismo tiempo un aumento de las actividades municipales con un mayor protagonismo de ellas, y de las expectativas de la población con fenómenos de depresión y estancamiento de la corporación. De este modo se produce, por un lado, una revitalización de la gestión local y, por otro, el municipio aparece como un punto de concentración de la fragmentación social, de la protesta, de la crisis de mediaciones y de la falta de recursos. De esta manera, los Ayuntamientos de las ciudades castellano-manchegas con una población superior a los 15.000 habitantes tienen que salir a resolver los variados problemas que les exigen pronta resolución, a través de unos estilos políticos categóricos y de nuevas prácticas necesarias para ejecutar políticas sociales más modernas que las actuales, tratando así de concertar o articular de la mejor manera las relaciones entre la gestión pública y la sociedad civil.
La efectiva realización de políticas sociales por el gobierno municipal no depende exclusivamente del grado de profesionalización del equipo que la lleva adelante, ni de la voluntad política del alcalde o concejal responsable o de las intervenciones de las organizaciones sociales. La aplicación de programas y políticas sociales se concreta en la articulación que se dé entre los planos técnicos, políticos y sociales: la capacidad técnica o nivel de profesionalización de la administración, los estilos de gestión política y los niveles de participación de las organizaciones de la sociedad civil.
Álvaro Cuesta ha reconocido y resaltado el papel de los municipios españoles en la construcción de nuestra democracia, en el desarrollo constitucional, en el progreso económico y en la modernización de la gestión pública e institucional: "La profundización democrática desde un nuevo concepto de participación y proximidad, el desarrollo de nuevas políticas sociales desde el diálogo y la cooperación con las administraciones públicas, y la vertebración territorial de España no se hubieran logrado sin el protagonismo de los ayuntamientos".
Sin embargo, el peso y el reconocimiento institucional de los municipios y el desarrollo de la Autonomía Local, no han crecido en España en paralelo al desarrollo y consolidación del Estado de las Autonomías. Por esto el municipalismo castellano-manchego sigue teniendo retos muy importantes, tanto en la definición del marco competencial como en el modelo de financiación, tal y como se recoge en la Carta de Vitoria elaborada por la FEMP, documento que reivindicó un mejor estatus para los ayuntamientos españoles. Un instrumento ha de agregarse al nuevo escenario político castellano-manchego. En éste lo rural y lo urbano se configuran como escenarios políticos de primera magnitud, en donde se despliegan un haz de políticas y de actuaciones de impacto que requieren una coordinación horizontal y transversal. Lo local, pues, va a desempeñar un lugar estratégico en lo que se podría definir como nuevas políticas sociales concertadas. Y la universalización del bienestar social encuentra en el municipio el escenario político y su oportunidad.
No cabe una política de Estado en esta materia sin una acción concertada, desde la lealtad y la cooperación. Además, cuando el Gobierno se propone desarrollar un ambicioso programa de reformas que va a afectar a la Constitución Española, a las Comunidades Autónomas y a sus Estatutos, y al Senado, de manera singular,
los ayuntamientos no deben quedar descolgados de este nuevo proceso reformador que en el ámbito institucional y territorial se abre ahora en nuestro país. Así, como destaca Cuesta, "en los procesos de reforma estatutaria tiene que estar presente la autonomía local, la definición de un marco competencial, el traspaso de transferencias desde las Comunidades Autónomas a los ayuntamientos, y la financiación local autonómica. Debe producirse un pacto, también, entre territorios, en el seno de las Comunidades Autónomas. Así mismo, en los cambios institucionales que el Gobierno de la Nación desarrolle debe estar presente y formar parte de la agenda política y territorial del Gobierno, una nueva regulación del Gobierno Local, una política urbana y una reforma de la financiación local".
Desde la interrelación de lo global y lo local, no puede olvidarse la característica básica del nuevo escenario creado de la mano de la convergencia de las telecomunicaciones, la informática y la industria de contenidos. Las nuevas tecnologías no sólo permitieron la globalización, sino que también multiplicaron los espacios locales. Actualmente, muchos procesos de comunicación local se convierten en mundiales por su difusión, como desde Castilla-La Mancha podemos constatar con las emisiones de Televisión autonómica o la Radio castellano-manchega, por ejemplo, mediante los vínculos que están creando con la inmigración gracias a los satélites y a la Red. Es decir, hoy hay muchas más posibilidades para que la comunicación se difunda en los espacios globales, lo que hace que muchos procesos locales -como el nuestro- sean al mismo tiempo globales.
Todos estos aspectos deben presidir las reflexiones de las clases políticas, empresariales y sociales de Castilla-La Mancha, pero sin olvidar que en el nuevo marco de la sociedad del tercer milenio el ámbito de las relaciones primarias de los ciudadanos seguirá siendo con las personas próximas, las que tienen un mismo idioma, un mismo horizonte y una misma realidad e identidad local. Durante 2012 y en los años sucesivos la mayoría de los ciudadanos compaginarán las posibilidades de una mayor intercomunicación planetaria con las relaciones con su entorno, con su ámbito social más inmediato. De ahí el valor social de la información de proximidad y su importancia para reforzar los rasgos de identidad en esa sociedad más local y global hacia la que caminamos. No debemos olvidar que los medios de comunicación también son en la actualidad unos poderosos elementos de consolidación de una identidad cultural. Por ello precisan emplear las tecnologías actuales, que ya no son sólo herramientas, sino procesos a desarrollar. Los usuarios tienen que tomar las nuevas tecnologías -en especial Internet- para producir y distribuir bienes y servicios. Así podremos intervenir y contribuir a la consolidación de la identidad cultural castellano-manchega, al tiempo que participaremos en ese desafío al proceso de globalización estandarizadora por la que optamos los defensores del diseño del nuevo escenario.
Con todo, y en consecuencia, conviene indicar que tanto los medios de comunicación tradicionales como los nuevos tienen que realizar en Castilla-La Mancha una mayor aportación al proceso de identificación cultural. En definitiva, los medios locales pudieron ayer, pueden hoy y podrán mañana ser portavoces de la espontánea y libre opinión creada por los habitantes de ese espacio de comunicación. Su estrategia informativa ha estado imbuida siempre de altas dosis de atención a las experiencias próximas. Pero ahora, cuando vivimos entre la necesidad del lugar y la tendencia inevitable de lo global, precisan seguir centrando su actuación en lo cercano, aunque combinando bien las estrategias macro y micro.
En el ámbito local castellano-manchego, esos observatorios privilegiados de lo que pasa en el mundo de la comunicación en tiempos de la globalización, emiten unos datos que confirman que el aumento de información no siempre conlleva avances en la calidad de la información. Es una llamada de atención para que no olviden en ningún momento que más información no significa mejor información. Y es una advertencia para exigir a los medios locales que asuman los nuevos desafíos de una sociedad más globalizada. Esto les obliga a impartir a los ciudadanos un buen adiestramiento, que les permita entender el papel de los nuevos soportes de la Sociedad de la Información.
Esto obliga a reservar un apartado importante al Small Business Act (SBA), o ley de las pequeñas y medianas empresas (PYME), la cual establece un marco estratégico que debe permitir explotar mejor el potencial de crecimiento y de innovación de las PYME. Este ajuste debería promover la competitividad sostenible de la Unión Europea (UE) y su transición hacia una economía del conocimiento.
El SBA se basa en diez principios orientados a definir las políticas comunitarias y nacionales, y en medidas prácticas para su aplicación. Desarrollo de un marco favorable para los empresarios para facilitar la creación de PYME, en particular, por parte de las mujeres y los inmigrantes, y fomentar la transmisión de empresas, especialmente de PYME familiares. La Comisión sabe que debe promover la cultura empresarial, en especial mediante la creación de redes de empresas y el intercambio de experiencias. Los Estados miembros deben adoptar medidas en materia de enseñanza, formación, fiscalidad y asistencia a empresarios. Y, en este acoplamiento, no dejaremos tampoco de lado las acciones derivadas de la aplicación y desarrollo de la Ley 15/2011, de 15 de diciembre de 2011, de
Emprendedores, Autónomos y Pymes de Castilla-La Mancha, dispuesta para articular
por el Gobierno de la Comunidad Autónoma todos los recursos disponibles por las
Administraciones Públicas para impulsar el emprendimiento, entendido no solo como la
capacidad para iniciar nuevas actividades económicas de generación de empleo y
crecimiento social en esta región, sino también como valor social que debe promoverse y ampararse desde todos los poderes públicos.
Estos han de impulsar un particular y efectivo espíritu emprendedor, arrancando de la iniciativa política patrocinada por la Comisión Europea en junio de 2008, la citada "Small Business Act for Europe", ayudando a expandir entre empresarios y trabajadores una cultura no solo en defensa de la figura del emprendedor, sino promover y fomentar también su surgimiento, de manera que el esfuerzo y la capacidad de superación ante la dificultad de los retos, sean alentados y valorados. El Observatorio Regional de Mercado dispuesto en la Ley 15/2011 puede ser esa plataforma precisa para crear nuevas empresas y arropar la actividad de innovación, tutela y ayudas económicas a los emprendedores.
Esta promoción puede valer también para apaciguar la "prueba de fuerza" contra el Gobierno y el test de esfuerzo de los sindicatos y de los partidos de la izquierda que inician el 29 de abril de 2012. Son retos que se van a dirimir en esta fecha en toda España a la luz de la respuesta ciudadana que tenga el llamamiento de la Plataforma
Social en Defensa del Estado de Bienestar, con más de 50 organizaciones sociales, contra los recortes del PP. A mediodía se celebraron manifestaciones en 55 ciudades con el lema Con la educación y la sanidad no se juega, aunque en el manifiesto que se lee como broche de las mismas se abomina de otras medidas gubernamentales. Fueron marchas contra la reforma laboral, ya vigente, así como contra la subida del IRPF y otras medidas que se consideran discriminatorias, como la exclusión de la sanidad a los inmigrantes que no tengan residencia legal o el copago farmacéutico según la renta.