(Publicado en Expansión.com, aquí)
Los Presupuestos del Estado dejan una bolsa de gastos prometidos sin ejecutar. Esta hucha extra podría cubrir la mayor parte de la reforma de la financiación autonómica.
¿Encaje de bolillos para ajustar el gasto de los ministerios y ahorrar 1.500 millones? Esta hoja de ruta que proclama ahora el Gobierno choca con las cifras que plasman los Presupuestos del Estado: las cuentas públicas dejaron el año pasado casi 5.000 millones sin ejecutar. Una bolsa de dinero procedente de gastos prometidos durante 2008 y que no se cumplieron, y que ahora, en plena crisis, pueden servir para financiar otro tipo de necesidades.
En concreto, la partida que en el argot presupuestario se denomina “inejecución” asciende a 4.728 millones de euros. Los expertos consultados apuntan que este abultado importe corresponde a obras públicas que el Estado tenía previsto financiar en las diversas autonomías, pero que finalmente no fueron realizadas.
Para el Estado, así, el incumplimiento de las partidas de gasto se convierte en un motivo de cierto optimismo, puesto que el dinero que se debería aplicar a este destino vuelve al mismo sitio del que salió: a las arcas del Estado, tal y como determina la legislación presupuestaria.
Es una "práctica habitual", según el Gobierno; pero la hucha bate en 2009 todos los récords
Pero ese optimismo dista mucho de la tensión entre las autonomías, que desde 2004 llevan reclamando el nuevo modelo de financiación. De hecho, la intención del Ejecutivo es dar al menos entre 6.000 y 7.000 millones a los Gobiernos regionales para saldar definitivamente estas negociaciones, fondo que podría ser cubierto, en gran parte, por esta hucha extra de los Presupuestos.
“Trampas contables”
No sería la primera vez que usa esta táctica el Ejecutivo. En 2007, admitió que hizo una “trampa contable” –redujo la previsión de ingresos por debajo de lo que realmente podía ocurrir– para financiar sus medidas sociales antes de las elecciones.
Las mismas fuentes apuntan que el problema es que si el Gobierno hubiera cumplido a tiempo su promesa de reformar la financiación –a principios de la pasada legislatura– Zapatero podría dedicar ahora esa bolsa extra a una rebaja fiscal, pues equivale, por ejemplo, al coste anual de todo el recorte del IRPF y Sociedades.
España se está quedando sola en el Viejo Continente por sus altos gravámenes e incluso Portugal y Francia acaban de dejar arrinconada a la economía nacional con sendos recortes de impuestos a las empresas para afrontar la recesión–ver EXPANSIÓN del 7 de febrero–.
Desde que llegó Zapatero, el fondo de gastos "inejecutados" se ha duplicado
El equipo de Solbes defiende que este bote de gastos no cumplidos es una “práctica habitual” en las cuentas. Ahora bien, que sea una tónica común en todos los gobiernos no esconde que la cifra de 2008 suponga un hito histórico, que el Ejecutivo achaca a que en los años en que se celebran elecciones se suele ralentizar la ejecución de gastos. Así, los 4.700 millones duplican a la hucha de gastos sin realizar que se encontró Zapatero al llegar a Moncloa en 2004 y quedan muy lejos de los 3.051 millones inejecutados de 2008.
Entonces, el año pasado, el Ministerio de Economía explicaba su cálculo con el siguiente argumento: “Tanto el gasto no ejecutado como el Fondo de Contingencia”, el bote que se reserva todos los años el Gobierno para atender cualquier imprevisto que pueda presentarse a lo largo del año, “se calculan como un 2% del gasto total” en las cuentas del Estado.
El problema es que si bien esto sucedía en Presupuestos de ejercicios anteriores, no pasa en el de 2009, donde difiere la cifra sin ejecutar (los 4.728 millones) y el Fondo de Contingencia previsto (3.152 millones).
Las fuentes consultadas temen que esa divergencia se deba a que el Ejecutivo de Zapatero tiene previstas muchas más contingencias de las que reconoce con los micrófonos abiertos: los récords del paro disparan el gasto en prestaciones, las pensiones suben al ritmo del envejecimiento de la población y la ausencia de reformas, las dádivas a los socios en el Parlamento han elevado la inversión regional... Motivos todos ellos que casan con la necesidad de disponer de un bote de reserva.
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