Y ante esta debacle económica, ante este panorama desolador que sufren especialmente los más débiles, los trabajadores y autónomos, ¿dónde están los sindicatos, las asociaciones que deberían luchar por los derechos y el bienestar de los trabajadores? Dónde esconden su desvergüenza CCOO y UGT
Juan Antonio González Fuentes (Publicado en ojosdepapel.com, aquí)
Comisiones Obreras (CCOO)
Otro de los elementos que más desazón y desconfianza produce es la inoperancia del gobierno de Rodríguez Zapatero, su falta absoluta de respuestas, de ideas, de acciones. El gobierno socialista de España parece conformarse con decir que la culpa de lo que sucede es del resto de las economías mundiales, y que eso sí, seguirán pagando las prestaciones sociales a cuanto parado se sume a la cola del paro. Es decir, se limita a decir que cumplirá, ni más ni menos, que con su obligación, al menos hasta que la caja se quede tan sólo con telarañas.
Y ante esta debacle, ante este panorama desolador que sufren especialmente los más débiles, los trabajadores y autónomos, ¿dónde están los sindicatos, las asociaciones que deberían luchar por los derechos y el bienestar de los trabajadores?
Unión Genral de Trabajadores (UGT)
Que yo sepa hasta no hace mucho tiempo en España había sindicatos, fundamentalmente dos, Comisiones Obreras (CCOO), de filiación comunista y cercano a Izquierda Unida, y la Unión General de Trabajadores (UGT), de filiación socialista y muy, muy cercano al Partido Socialista. Pues bien, insisto en la pregunta que puede dividirse en otras varias: ¿dónde están los sindicatos?, ¿para cuándo las movilizaciones?, ¿para cuándo demandarle al gobierno Zapatero respuestas claras y concretas?, ¿para cuándo tomar la calle pidiendo soluciones y de no haberlas exigir la caída del gobierno y la convocatoria de nuevas elecciones para propiciar la llegada de un nuevo gobierno? Nada, la callada por respuesta. Los sindicatos y los sindicalistas están desaparecidos, hacen mutis por el foro, miran hacia otro lado, silban una tonada con las manos en los bolsillos, se esconden como ratas en la seguridad de los despachos pagados por los impuestos de todos.
Y me hago otra pregunta, ¿si esta misma situación contase con un gobierno conservador al timón de la nave, CCOO y UGT estarían callados, no habrían lanzado ya la gente a la calle, no pedirían a voz en grito y con huelgas dimisiones y cambios de rumbo? Entonces, ¿por qué razón no actúan ahora de la misma manera?
Todos sabemos la respuesta. Sencillamente es una desvergüenza. La crisis, cuando pase, también debería pasarle una factura a CCOO y a UGT, la factura, por ejemplo, de desaparecer en el más oscuro pozo de la incapacidad, la desfachatez, la indecencia, la deshonestidad.
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